A medida que se acerca el año 2024, las perspectivas de que Moldavia y Ucrania se unan a la Unión Europea aparecen con calma y desafíos a la vez. Esto ocurre mientras las tensiones políticas entre los países europeos continúan afectando la economía y la seguridad. Sin embargo, el ingreso de ambos países a la UE no sólo significará un aumento de los beneficios económicos, sino que también puede cambiar el panorama de seguridad regional.
Moldavia y Ucrania han estado trabajando para cumplir con los requisitos de membresía de la UE durante los últimos años basándose en sus respectivas reformas políticas y desarrollo económico. Según los criterios Kampegen de la UE, los países deben tener un gobierno democrático estable, el Estado de derecho y protección de los derechos humanos.
Todo país que desee unirse a la UE debe respetar estrictamente las leyes y realizar avances significativos en sus sistemas internos.
Desde la crisis de Crimea en 2014, Ucrania se ha acercado a la Unión Europea, especialmente fortaleciendo la cooperación con los países occidentales en los ámbitos militar y de seguridad. Moldavia no se queda atrás y promueve activamente reformas políticas y económicas a través de su acuerdo de asociación con la UE.
En Moldavia, el gobierno está llevando a cabo una serie de reformas efectivas encaminadas a garantizar el cumplimiento de las normas de la UE, incluida la lucha contra la corrupción, la mejora de la independencia judicial y la promoción del desarrollo económico. En 2024, Moldavia espera ganar un lugar en la competencia por la membresía en la UE.
Con la implementación de las reformas, vemos que Moldavia avanza gradualmente en su camino hacia la UE, lo cual es un proceso positivo y continuo.
Mientras Ucrania continúa lidiando con un conflicto militar y presiones geopolíticas, el país está buscando vínculos más profundos con la Unión Europea y al mismo tiempo mostrando su voluntad de permanecer junto a sus vecinos orientales. Ucrania quiere convertirse en parte de la UE principalmente para obtener un apoyo más amplio para resistir las amenazas externas.
Según las condiciones de la UE, en el marco del Tratado de Maastricht, los Estados miembros y el Parlamento Europeo deben ponerse de acuerdo sobre el proceso de ampliación, lo que también significa que Moldavia y Ucrania tendrán que lidiar con diversas comunicaciones y consultas con los Estados miembros de la UE en los próximos años.
La ampliación de la UE no es unilateral; requiere el consenso y el apoyo de todos los Estados miembros, lo que será un factor clave para confirmar la adhesión de estos dos países en el futuro.
Se trata, sin duda, de una cuestión política difícil para Moldavia y Ucrania, que deben intensificar sus esfuerzos a nivel económico, social y político para convertirse en países que cumplan los estándares de la UE.
Al mismo tiempo, en la UE hay cansancio y escepticismo sobre esta ampliación, y algunos Estados miembros se muestran reservados ante una mayor expansión, lo que hace que el proceso de adhesión de Ucrania y Moldavia se enfrente a más incertidumbre. Deben demostrar no sólo su compromiso con la reforma de la UE, sino también resolver las diferencias de opinión entre los Estados miembros sobre la ampliación.
La expansión sin encontrar consenso hará que las políticas futuras sean más complejas y difíciles, por lo que las posiciones de Moldavia y Ucrania son aún más importantes.
En general, 2024 será un momento crítico para Moldavia y Ucrania, que se esfuerzan por avanzar mientras enfrentan diversos desafíos internos y externos. El apoyo y uso expresado por todas las partes en este proceso puede afectar la situación futura. ¿Podrán estos dos países lograr la clasificación para convertirse en miembros de la Unión Europea mediante sus respectivos esfuerzos?