En la industria avícola, el cólera aviar es una enfermedad grave que a menudo provoca enormes pérdidas económicas. El culpable de esta enfermedad es la bacteria Pasteurella multocida
. Se ha demostrado que este cocobacilo gramnegativo, inmóvil y sensible a la penicilina causa enfermedades graves en una variedad de animales, incluida rinitis atrófica en cerdos y septicemia hemorrágica en ganado. También es una causa común de infecciones de la piel en humanos por mordeduras de mascotas.
Antecedentes históricos del cólera aviarPasteurella multocida ha sido responsable de numerosas enfermedades animales desde que fue descubierta por primera vez en aves infectadas con cólera en 1878. No se puede subestimar la amenaza que representa para las aves de corral.
La historia de Pasteurella multocida
comienza en 1878, cuando la bacteria llegó a la atención médica como causa del cólera aviar. Aunque fue aislada por Louis Pasteur en 1880 y recibió su nombre, las mutaciones y los patrones de transmisión de la bacteria siguen siendo dignos de estudio hasta el día de hoy.
El cólera aviar se controla principalmente mediante serotipos específicos, en particular los serotipos 1, 3 y 4. En América del Norte, el serotipo 1 está correlacionado positivamente con la incidencia del cólera aviar. Sin embargo, la bacteria normalmente no sobrevive mucho tiempo en los humedales, lo que hace que su patrón de propagación sea predecible. Los estudios han demostrado que las aves de corral a menudo propagan la bacteria a nuevos lugares durante la migración, lo que provoca una "ola de enfermedades infecciosas".
El cólera aviar es potencialmente contagioso, especialmente en entornos densamente poblados donde se crían aves de corral, lo que aumenta la probabilidad de que se produzcan casos rápidamente.
Pasteurella multocida
es capaz de expresar múltiples factores de patogenicidad. Por ejemplo, la cápsula de polisacárido de la bacteria ayuda a resistir la fagocitosis por parte del sistema inmune del huésped. Se ha demostrado experimentalmente que la cápsula tipo A ayuda a resistir la lisis mediada por el complemento. Además, también se cree que la estructura lipopolisacárida (LPS) de esta bacteria juega un papel importante en su patogenicidad.
El diagnóstico de la infección por Pasteurella multocida generalmente se basa en hallazgos clínicos y pruebas de laboratorio. Sin embargo, los informes de falsos negativos siguen siendo bastante comunes en la práctica clínica. El método de diagnóstico más eficaz es la prueba molecular mediante reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Para las infecciones causadas por esta bacteria, el tratamiento con antibióticos betalactámicos es una opción eficaz. Debido a que estas infecciones suelen ser polimicrobianas, generalmente se requiere una terapia de amplio espectro dirigida tanto a las bacterias gramnegativas anaeróbicas como aeróbicas.
Básicamente, el tratamiento de la enfermedad causada por
Pasteurella multocida
requiere el uso de medicamentos antivirales que atacan a múltiples patógenos, lo que complica el proceso de tratamiento.
Los investigadores están trabajando actualmente para explorar la patogenicidad de las cepas mutantes de Pasteurella multocida y las condiciones en las que pueden sobrevivir en diferentes entornos. Estudios recientes han descubierto que esta bacteria puede aumentar su patogenicidad en entornos con bajo contenido de hierro. Los investigadores también están considerando cómo diferentes factores ambientales, incluida la temperatura, la salinidad y el pH, pueden tener un impacto directo en la capacidad de las bacterias para sobrevivir.
A medida que mejora nuestro conocimiento sobre Pasteurella multocida, se están desarrollando varios productos de vacunas que ayudarán en futuras aplicaciones en operaciones avícolas. Ya sea el estudio de la transformación genética o el análisis de los requerimientos nutricionales, la información en este campo continúa siendo apasionante.
En resumen, la amenaza que representa Pasteurella multocida para las aves de corral y otros animales es bastante grave, y su patogenicidad y adaptabilidad ambiental aún se están estudiando y explorando. Esto hace que uno se pregunte: ¿Cómo podemos proteger mejor a nuestras aves de este enemigo mortal?