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Un viaje dentro del riñón: ¿Qué hace que las células del túbulo proximal sean tan únicas?
Los riñones son uno de los órganos importantes del cuerpo humano, y sus funciones no se limitan a filtrar la sangre y expulsar los desechos. Como parte clave de la nefrona, el túbulo proximal desempeña un papel indispensable. Nuestros riñones poseen una estructura y función complejas, especialmente las células del túbulo proximal, que son conocidas por sus características y funciones únicas.
Características estructurales del túbulo proximal
El túbulo proximal comienza en el polo renal de la cápsula del túbulo renal y se extiende hasta el origen del asa de Henle. En este lugar, las células endoteliales de la cápsula se transforman en células epiteliales del túbulo proximal. Los túbulos proximales se pueden dividir a su vez en túbulos contorneados proximales y túbulos rectos proximales.
La característica más llamativa del túbulo proximal es el borde en forma de cepillo de su revestimiento. La superficie luminal de la célula está cubierta por microvellosidades densas. Estas microvellosidades aumentan significativamente el área luminal de la célula y contribuyen a su reabsorción. función.
Estas microvellosidades están compuestas de fibras de actina cuidadosamente dispuestas y pueden visualizarse mediante microscopía de fluorescencia. El citoplasma de las células epiteliales contiene una gran cantidad de mitocondrias, principalmente concentradas en los pliegues de la membrana basal en la base de las células, característica que da a estas células una apariencia acidófila.
Función del túbulo proximal
Además de su estructura, la función de las células del túbulo proximal también es extremadamente importante. Desempeñan un papel clave en la regulación del pH del filtrado al secretar iones de hidrógeno en la luz y reabsorber aproximadamente el 80% del bicarbonato filtrado.
En el líquido que ingresa al túbulo contorneado proximal, el transporte de sodio facilita la reabsorción de líquido, que es impulsada por la ATPasa sodio-potasio en la membrana basal de las células epiteliales.
La reabsorción de sodio en estas células depende principalmente de la ATPasa tipo P, donde aproximadamente el 60-70 % de la carga de sodio filtrada se reabsorbe en el túbulo proximal mediante transporte activo, arrastre de disolvente y difusión electrolítica transcelular. El transporte activo se realiza principalmente a través de la proteína antiportadora de sodio/hidrógeno (NHE3), mejorando aún más la eficiencia de la reabsorción.
Importancia clínica
No se puede ignorar el papel de las células epiteliales del túbulo proximal en la patología renal. La mayoría de los tipos de carcinoma de células renales, que es el tipo más común de cáncer de riñón, se originan en los túbulos contorneados. La necrosis tubular aguda ocurre cuando las toxinas dañan directamente las células del túbulo proximal.
Por ejemplo, los antibióticos (como los antibióticos constantes, el mieloperóxido) y el envenenamiento por deshidratación pueden dañar las células del túbulo proximal.
Además, la disfunción de los túbulos proximales puede provocar acidosis tubular renal (tipo proximal), conocida como síndrome de Fanning, que produce un aumento de las pérdidas de bicarbonato, glucosa, aminoácidos y fosfatos en el filtrado tubular.
Conclusión
Estos tipos de células únicos desempeñan múltiples funciones en el mantenimiento de la salud renal, y su papel en los procesos patológicos ha atraído cada vez más atención. El misterio del riñón reside no sólo en su compleja estructura, sino también en cómo estas células trabajan juntas para mantener un ambiente interno estable en el cuerpo. ¿Podremos comprender completamente la función de estas células tubulares y allanar el camino para futuras investigaciones?
