A medida que aumenta el uso de medicamentos antidepresivos, algunos pacientes se sienten preocupados por los efectos secundarios de estos tratamientos, siendo la apatía el más preocupante. Esta condición se llama “síndrome de trastorno motivacional” en psiquiatría, y el entumecimiento emocional y la falta de motivación que provoca se han convertido gradualmente en un tema candente en el campo de la salud mental actual. Este artículo explorará cómo los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) pueden conducir a una disminución de la motivación, considerando la naturaleza dual de este fenómeno y sus implicaciones.
La afección a menudo es causada por una pérdida de función en la corteza prefrontal del cerebro, un área responsable de monitorear la función cognitiva y la expresión emocional.
El entumecimiento emocional suele ir acompañado de una disminución de la conexión emocional y el paciente pierde gradualmente el entusiasmo y el interés en las actividades diarias.
Lo primero que hay que entender es el síndrome de trastorno motivacional relacionado con la marihuana, que fue propuesto originalmente al observar la fatiga social y académica de los adolescentes que consumen marihuana durante mucho tiempo. Los pacientes con este tipo a menudo muestran apatía crónica y desinterés en la vida.
Por el contrario, el síndrome motivacional inducido por los ISRS es más sutil. Muchos pacientes tratados con ISRS informan que su motivación y sus respuestas emocionales se han reducido significativamente desde que toman el medicamento. Esta condición no es sólo una recaída de la depresión, sino que también se manifiesta como un embotamiento general de las emociones.
Para el tratamiento del síndrome de trastorno motivacional, primero se requiere una evaluación integral del paciente, especialmente si hay síntomas de depresión antes de usar la medicación. Las estrategias de intervención pueden incluir la reducción gradual de la dosis de ISRS o incluso cambiar a otras clases de antidepresivos cuando sea necesario.
Los estudios sugieren que a veces la administración conjunta de medicamentos, como los potenciadores de la dopamina, puede acortar la aparición de la apatía.
Actualmente, la investigación sobre el trastorno motivacional inducido por el cannabis es inadecuada y gran parte de la evidencia que respalda su existencia sigue siendo controvertida. Una situación similar ocurre también en la investigación relacionada con los ISRS, porque muchas de sus manifestaciones clínicas a menudo se consideran manifestaciones de depresión.
Sin embargo, es urgente estudiar más a fondo el vínculo entre los ISRS y la apatía. Se necesita más investigación en profundidad para determinar la causa raíz de estos síntomas y las mejores opciones de tratamiento.
El síndrome dismog debería plantear preguntas en el debate sobre salud mental: ¿cuándo distinguimos entre un efecto secundario de la medicación y un desafío planteado por la depresión en sí misma?