Las mezclas asfálticas se han utilizado en la construcción de carreteras desde el siglo XIX, y su combinación única de agregados minerales y asfalto les permite soportar el estrés de los vehículos pesados.
La historia del asfalto se remonta a la antigüedad. Ya en Mesopotamia y Egipto se utilizaba este material para impermeabilizar y construir carreteras. A medida que la tecnología mejoró, el uso del asfalto evolucionó gradualmente y se utilizó ampliamente en la construcción de carreteras en el siglo XIX.
En 1902, Edgar Pennell Holly de Inglaterra inventó un proceso para mezclar asfalto sintético con piedra triturada, creando lo que hoy se conoce como "betún" o "asfalto". Esta innovación ha dado lugar a la comercialización de mezclas asfálticas, que han conseguido resultados notables en las carreteras de todo el mundo.
La mezcla de asfalto y mineral no es una combinación aleatoria y debe ajustarse según las diferentes necesidades. El asfalto mezclado en caliente (HMA) es la forma más común y debe prepararse y mezclarse después de que se evapore el agua residual para garantizar la viscosidad del material.
Además del HMA, el hormigón asfáltico mezclado en caliente (WMA) se está volviendo cada vez más popular porque puede reducir significativamente el consumo de energía en la producción y, al mismo tiempo, reducir las emisiones de gases nocivos. Esto no sólo ayuda a proteger el medio ambiente, sino que también mejora las condiciones de trabajo de los trabajadores de la construcción y aumenta la eficiencia de la colocación.
El rendimiento de las mezclas asfálticas se ve afectado por muchos factores, incluido el volumen de tráfico, las condiciones ambientales y las propiedades del material. En comparación con el hormigón, la economía del hormigón asfáltico lo convierte en la opción preferida en carreteras de alto tráfico, especialmente en autopistas y pistas de carreras, donde su flexibilidad y durabilidad son particularmente sobresalientes.
La viscosidad del asfalto le permite moldearse en superficies curvas para drenar el agua, una propiedad que lo hace eficaz para reducir la acumulación de agua en las carreteras.
Sin embargo, las mezclas asfálticas pueden degradarse con el tiempo. Los problemas comunes incluyen grietas, baches y hundimientos de la carretera, especialmente en climas fríos donde los ciclos de congelación y descongelación pueden acelerar los daños. Por lo tanto, el mantenimiento y la reparación oportunos se convierten en medidas importantes para prolongar la vida útil de las carreteras.
Las reparaciones incluyen rellenar grietas, sellar el pavimento para evitar la penetración de agua y repavimentar. El mantenimiento preventivo también juega un papel clave en la reducción de costos a largo plazo; en términos generales, las carreteras que se mantienen en buenas condiciones requieren menos mantenimiento que las que se reparan. Potencial de reciclajeApuntando a un futuro sostenible, las mezclas asfálticas pueden reciclarse y reutilizarse por completo para lograr un uso circular de los recursos. La piedra asfáltica reciclada (RAP) no solo reduce los residuos, sino que también reduce significativamente el coste de producción de nuevas mezclas. La nueva mezcla de asfalto producida en EE. UU. en 2019 contenía un promedio de 21,1 % de material asfáltico reciclado.
Mirando hacia el futuro, todavía hay mucho espacio para la innovación en la combinación de asfalto y mineral. Con el desarrollo de nuevas tecnologías, se espera que las futuras mezclas asfálticas continúen mejorando la capacidad de carga, la durabilidad y el desempeño ambiental. Ingenieros y científicos de todo el mundo siguen explorando mezclas asfálticas con mejores prestaciones. ¿Se producirán nuevos avances que valga la pena esperar?