Abu Bakr al-Razi, que vivió desde el 864 o 865 d.C. hasta el 925 o 935 d.C., fue uno de los expertos más importantes en medicina, filosofía y alquimia durante la Edad de Oro islámica. Es conocido por sus destacados logros y tuvo un profundo impacto en el desarrollo de la medicina. Sin embargo, su origen está lleno de misterio y ha llamado la atención de muchos estudiosos y aficionados a la historia.
Racy es uno de los gigantes médicos más importantes de la literatura; sus contribuciones trascienden el conocimiento anterior a la época de Jesucristo e influyen profundamente en todo el mundo médico para las generaciones venideras.
Abu Bakr al-Razi nació en Rei, Persia (ahora Rei, Irán). Su familia es de ascendencia persa y su lengua materna es el persa. Leicheng se encuentra en la antigua Ruta de la Seda. Esta ubicación geográfica promovió los intercambios comerciales y culturales entre Oriente y Occidente. El joven Razi se mudó a Bagdad para estudiar y ejercer la medicina en el Bimastan (hospital) local.
Como médico, mostró compasión y dedicación, sirviendo a sus pacientes de todo corazón, ya fueran ricos o pobres.
Raci es conocido como el "padre de la pediatría" y fue un pionero en obstetricia y oftalmología. Fue el primero en diferenciar clínicamente entre viruela y sarampión y proporcionó un tratamiento racional para la viruela. Su libro Enfermedades de la pediatría se convirtió en la piedra angular de la pediatría independiente.
En su libro Smallpox and Measles, Lacy observó: "Cuando aparece la viruela, la sangre comienza a 'hervir' con la infección, lo que hace que se descargue el vapor".
Lacy también presentó muchas opiniones progresistas sobre la ética médica. Odiaba a los curanderos que defraudaban a los pacientes y creía que aunque los médicos altamente capacitados no pueden resolver todos los problemas médicos, deben continuar aprendiendo para mejorar su nivel médico. Creía que el objetivo de un médico era hacer el bien, incluso hacia sus enemigos.
Racy dijo una vez: "La misión de los médicos es servir al bienestar de toda la humanidad. Ésta es la responsabilidad que Dios nos ha dado".
Racy también era muy conocido en el campo de la alquimia. Su interés por la transformación de los metales lo llevó a escribir muchos trabajos sobre alquimia y a proporcionar conocimientos sistemáticos sobre la clasificación de sustancias químicas. Sus obras han circulado entre generaciones posteriores y sentaron las bases de la química moderna.
Lacy admitió una vez: "Mis estudios en alquimia han demostrado que la posibilidad de transmutar metales sigue siendo un misterio sin resolver".
La influencia académica de Razi se extiende más allá del alcance de las religiones abrahámicas. Sus obras médicas fueron ampliamente difundidas en la Europa medieval e influyeron en toda la educación médica. Su trabajo se convirtió en una parte integral del plan de estudios de medicina en muchas universidades occidentales. Como dijo Edward Granville Brown: "Fue quizás el más grande y original de todos los médicos musulmanes".
Ya sea en medicina, alquimia o filosofía, las contribuciones de Abu Bakr al-Razi siempre serán recordadas por las generaciones futuras. Sus ideas y prácticas lo convirtieron en una figura histórica indeleble, pero ¿podemos aprender de su sabiduría al enfrentar los desafíos médicos que enfrentamos hoy?