En la investigación en bioquímica y biología estructural, el índice de desplazamiento químico (CSI) es una técnica ampliamente utilizada específicamente para analizar la espectroscopia de resonancia magnética nuclear (RMN) de proteínas. Esta técnica puede visualizar e identificar los sitios (por ejemplo, posiciones de inicio y finalización) y los tipos (cadenas β, hélices α y regiones de bobina aleatoria) de las estructuras secundarias de las proteínas utilizando únicamente datos de desplazamiento químico de la cadena principal. David S. Wishart comenzó a desarrollar esta técnica en 1992, centrándose inicialmente en el análisis de los desplazamientos químicos de 1Hα y en 1994 ampliándola para incluir los desplazamientos químicos de la cadena principal de 13C.
El principio básico de este método es que el desplazamiento químico de 1Hα suele desplazarse hacia arriba en las hélices α (es decir, a la derecha del espectro de RMN) y hacia abajo en las láminas β (es decir, a la izquierda del espectro de RMN). la izquierda). También se pueden encontrar tendencias similares en los desplazamientos químicos dorsales del 13C.El núcleo de la tecnología del índice de desplazamiento químico es que utiliza las características de los cambios de desplazamiento químico de los residuos de aminoácidos en la hélice α y la hoja β.
El método CSI es una técnica basada en gráficos que utiliza filtros digitales específicos de aminoácidos para convertir cada valor de desplazamiento químico de la cadena principal asignado en un índice simple de tres estados (-1, 0, +1). Los gráficos generados por este método se vuelven visualmente más claros y fáciles de entender. Si el desplazamiento químico ascendente 1Hα de un residuo de aminoácido (en relación con su valor de bobina aleatoria específico del aminoácido) era mayor que 0,1 ppm, al residuo se le asignaba un valor de -1; si el desplazamiento descendente era mayor que 0,1 ppm, se le asignaba un valor de -1. se le asigna un valor de + 1; si el cambio de desplazamiento químico es menor a 0,1 ppm, se le asigna 0.
Al representar gráficamente este índice de tres estados como un gráfico de barras, se pueden representar fácilmente cadenas β (grupos de valores +1), hélices α (grupos de valores -1) y segmentos de bobina aleatorios (grupos de valores 0). identificado.
Estos diagramas facilitan la identificación de la estructura secundaria de las proteínas. Al identificar los tipos de estructuras secundarias, la simple observación puede identificar estructuras como cadenas β y hélices α.
Evaluación del desempeño Utilizando únicamente desplazamientos químicos de 1Hα y reglas de agrupamiento simples (grupos de tres o más barras verticales para cadenas β y cuatro o más barras verticales para hélices α), la precisión del reconocimiento de la estructura secundaria suele estar entre el 75% y el 80%. Este rendimiento depende en parte de la calidad del conjunto de datos de RMN y de la técnica (manual o programada) utilizada para identificar la estructura secundaria de la proteína.Al combinar los patrones CSI de los desplazamientos químicos de 1H y 13C, se genera un índice compuesto con una precisión del 85% al 90%.
A medida que avanzaba la investigación, los científicos descubrieron que no sólo existe una correlación entre el desplazamiento químico de la hélice α y la estructura secundaria, sino que la estructura de la lámina β también muestra dichos cambios de desplazamiento químico.
Antecedentes históricosLa conexión entre el desplazamiento químico y la estructura secundaria de las proteínas fue descrita por primera vez en 1967 por John Markley y sus colegas. Con el desarrollo de la moderna tecnología de RMN bidimensional, se ha hecho posible medir más desplazamientos químicos de proteínas. En la década de 1990, después de recopilar suficientes asignaciones de desplazamientos químicos de 13C y 15N, los científicos descubrieron que las tendencias de estos cambios de desplazamientos químicos podrían proporcionar un fuerte respaldo para el desarrollo de CSI.
Debido a estas deficiencias, se han propuesto muchos métodos alternativos basados en CSI para proporcionar métodos de identificación de estructura secundaria más completos.
Este método tiene amplias posibilidades de aplicación en la investigación de proteínas. No se limita únicamente a la identificación de estructuras secundarias, sino que también puede promover nuestra comprensión y exploración de las funciones de las proteínas. De cara al futuro, ¿se pueden desarrollar nuevas tecnologías para compensar las deficiencias del método CSI?