En la región de Jack Hills de Australia, los científicos han descubierto algunos minerales antiguos que nunca habían aparecido en la historia de la Tierra: el circón hádico. Estos cristales minerales, que tienen más de 4 mil millones de años, son evidencia clave para rastrear el pasado primitivo de la Tierra. El circón hádico es el material de la corteza más antiguo de la Tierra y revela las características del entorno primitivo de la Tierra y los procesos geológicos de esa época.
Se cree que el circón hádeo proporciona pistas importantes sobre el medio ambiente de la Tierra hace 400 a 450 millones de años.
Lo especial de estos cristales es su durabilidad, que les ha permitido sobrevivir miles de millones de años de cambios geológicos. Se encuentran en sedimentos metamórficos que se depositaron originalmente hace unos 3 mil millones de años, durante la Era Arcaica. Sin embargo, los cristales son más antiguos que las rocas que los rodean.
La búsqueda de circones del Hádeno es crucial para nuestra comprensión de la historia de la Tierra. Debido a que el registro geológico temprano es extremadamente escaso, los cristales proporcionan a los científicos información sobre los entornos y procesos de la Tierra hace 400 a 450 millones de años. Esto también ha dado lugar a la propuesta de muchos modelos geológicos diferentes.
Se ha encontrado aproximadamente menos del 1% del circón hádico en todo el mundo, lo que hace muy poco probable su existencia a lo largo del tiempo geológico.
Múltiples estudios han demostrado que el circón hádico de Jack Hills es una reliquia de abundancia inusualmente alta debajo de sedimentos metamórficos y poco profundos. El origen y la composición de estos cristales nos ayudan a reconstruir la historia térmica de la Tierra primitiva y sus procesos geológicos.
Dependiendo de las concentraciones de uranio y oligoelementos, el circón hádico se puede dividir en varias categorías, incluyendo el circón de la luna y los meteoritos, el circón de grano sedimentario, el circón de kimberlita y el circón de la corteza oceánica. Estos tipos muestran diferentes entornos de cristalización y tienen diferentes rangos de temperaturas de cristalización.
Las características del circón hádico indican un origen ígneo y sus características estructurales apuntan al entorno geológico de la época.
El contenido mineral y la geoquímica de estos circones hádicos pueden proporcionar información sobre los entornos de la Tierra primitiva que buscamos comprender. Mediante el análisis de isótopos y otros métodos analíticos, los científicos han pintado una imagen vívida de la Tierra primitiva.
Los científicos han propuesto diferentes modelos para explicar el mecanismo de formación de estos circones hádicos, el más famoso de los cuales incluye el modelo de crecimiento continental. Estos modelos sugieren que los procesos que dieron forma a la Tierra primitiva pueden haber sido significativamente diferentes de la tectónica de placas moderna.
Los primeros entornos terrestres pueden haber sido moldeados por altos niveles de agua y procesos geológicos activos, lo que desmiente nuestras ideas erróneas sobre la Tierra primitiva.
Además, muchos proyectos de investigación han analizado la composición química del circón hádico, y los resultados muestran que su temperatura de cristalización y composición elemental son similares a las de los materiales de la corteza modernos, lo que nos proporciona información importante para explorar más a fondo el entorno primitivo. . clave.