La meteorología es un campo lleno de misterio y exploración, entre los que destaca especialmente el grupo de meteoritos CM. Este grupo de meteoritos derivados del meteorito Mighei se ha convertido en el tipo más común de meteoritos carbonosos. Este artículo explorará cómo el meteorito Mighei se convirtió en un ejemplo de meteorito CM y su importante posición en meteoriología.
Los meteoritos se dividen principalmente en dos categorías: meteoritos ordinarios y meteoritos carbonosos; los meteoritos CM son un tipo especial de meteoritos carbonosos. La clasificación de los CM no sólo se basa en su composición química, sino que también refleja su estructura y composición física.
La existencia de los meteoritos CM se remonta al siglo XIX. A diferencia de los meteoritos ordinarios, los meteoritos CM contienen un mayor contenido de carbono y son de color más oscuro.
Según el último catálogo de meteoritos, los meteoritos CM han sido observados 15 veces y descubiertos 146 veces, lo que demuestra que existen con relativa frecuencia. Esto convierte a los meteoritos CM en la categoría más común de meteoritos carbonosos.
Los meteoritos CM se caracterizan por su menor densidad, alrededor de 2,1 g/cm³, que es ligeramente superior a la de los meteoritos CI pero inferior a la del CO y otros meteoritos carbonosos, en parte debido a la porosidad y las propiedades ligeras de los materiales en su estructura.
Los meteoritos CM conservan algunos de los granos globulares originales, que son gotas de minerales que se enfriaron temprano en la formación del planeta.
Como sugiere el nombre, los meteoritos carbonosos contienen una gran cantidad de compuestos de carbono, incluido carbono natural, carburos metálicos y compuestos orgánicos. No se puede subestimar la humedad de los meteoritos CM. Su contenido de agua se sitúa entre el 3% y el 14%. Se considera que la principal fuente de agua es la composición del propio meteorito.
Los meteoritos CI y CM se consideran meteoritos "ricos en agua", y esta agua puede ser una de las fuentes de los océanos de la Tierra.
Las propiedades químicas de los meteoritos CM los convierten en una base de datos para estudiar el sistema solar primitivo. Los aminoácidos y compuestos orgánicos encontrados en estos meteoritos proporcionan pistas sobre los orígenes de la vida.
En 1970, los científicos informaron por primera vez del descubrimiento de aminoácidos en meteoritos, un descubrimiento que enfatizó la importancia de los meteoritos en el estudio del origen de la vida.
Los meteoritos Mighei son buenos ejemplos de la categoría de meteoritos CM, pero claramente enfrentan el desafío del sesgo de observación. En comparación con los meteoritos de hierro y los meteoritos ordinarios, los meteoritos CM son frágiles, lo que los hace más difíciles de detectar y recuperar.
El estudio de los meteoritos CM no sólo es importante para comprender el origen del universo, sino que también ayuda a revelar el misterio del origen de la vida. ¿El futuro de la meteoriología se verá obstaculizado por esta exploración y se revelarán más descubrimientos sorprendentes?