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Antiguo mito romano: ¿de dónde viene la sangre de dragón?
La sangre de dragón es una resina de color rojo brillante que proviene de una variedad de géneros de plantas, incluidos Calamus spp. (antes conocida como Daemonorops), Croton, Dracaena y Pterocarpus. Desde la antigüedad, esta resina ha sido ampliamente utilizada como barniz, medicina, fragancia, pigmento y tinte. Sin embargo, en la antigüedad existían muchos mitos y confusión respecto al origen y la identidad de la sangre de dragón.
Algunas enciclopedias medievales incluso afirmaron que la fuente de la sangre de dragón era la sangre real de elefantes y dragones que murieron en batalla.
Los antiguos en el período romano tenían una comprensión vaga del verdadero origen de la sangre de dragón, lo que llevó a que la fuente de la sangre de dragón a menudo se confundiera con otros compuestos de azufre como el cinabrio. En la antigua China, la gente no hacía una distinción clara entre la sangre de dragón de diferentes plantas, y ambas resinas se llamaban simplemente "sangre de dragón". La resina extraída del cálamo todavía se vende ampliamente hoy en día y es el producto comercial más común disponible en la actualidad, generalmente en forma de grandes bolitas de resina.
Si bien la misma resina, de diferentes especies y de diferentes continentes, se llama "sangre de dragón", existen diferencias significativas en su pureza, apariencia y propiedades químicas. La sangre de drago, recogida por exploradores en las Islas Canarias en el siglo XV, procedía principalmente de Dracaena draco, una planta cuya resina rezuma de los troncos o ramas heridos. Al mismo tiempo, la Dracaena cinnabari de la isla de Socotra se recolectaba de manera similar y se comercializaba con la antigua Europa a través de la Ruta de las Especias.
Las secreciones de resina del árbol de sangre de dragón se utilizan ampliamente en remedios populares locales y se cree que tienen propiedades curativas y antioxidantes.
El color de la sangre de dragón tenía una gran importancia en el arte antiguo; el químico George Field lo describió como "un rojo cálido, translúcido, ligeramente opaco, que se oscurece cuando hay impurezas y cambia de color cuando se expone a la luz". ". Al utilizar la sangre de drago, los romanos valoraban especialmente la resina de D. cinnabari, que creían que podía emplearse como tinte, pigmento para pintar y remedio para problemas respiratorios y digestivos.
Los primeros textos griegos, como las obras de Dioscórides, también describen el valor medicinal de la sangre de dragón. La resina se siguió utilizando ampliamente en la magia ritual y la alquimia hasta la Edad Media. Los fabricantes de violines italianos del siglo XVIII utilizaban sangre de drago como barniz, e incluso apareció en recetas de pasta de dientes de la época.
En China, la resina de sangre de dragón se utiliza a menudo como laca de madera roja, especialmente en papel de escritura para bodas y celebraciones de Año Nuevo.
Hoy en día, la sangre de drago sigue utilizándose ampliamente. Además de como pigmento, todavía se utiliza en barnices para violín, fotografía y esculturas, medicina, resina de especias y aceite corporal. Además, las resinas de Daemonorops draco también muestran potencial para su uso en las industrias alimentaria y farmacéutica.
Se ha estudiado la seguridad de la sangre de drago, comenzando con un estudio patológico de 2018 sobre la resina derivada de Dracaena cinnabari, que encontró que se toleraba bien en ciertas dosis.
Sin embargo, a pesar de su larga historia y amplia gama de usos, la investigación sobre todas sus posibles propiedades y usos aún continúa, por lo que los antiguos mitos sobre la sangre de dragón y sus manifestaciones modernas aún merecen nuestra reflexión y exploración profundas. -¿Qué secretos se esconden detrás de la complicada historia de esta antigua resina?
