En el antiguo Japón, el estándar de belleza para las mujeres se basaba en piel clara, cabello largo, liso y negro y ojos estrechos. Estos estándares estéticos surgen de una identidad cultural que encarna cualidades de simplicidad, elegancia, sugerencia y simbolismo. Aunque las influencias occidentales se han ido haciendo evidentes en la sociedad japonesa con el paso del tiempo, el concepto japonés de belleza para las mujeres todavía está profundamente arraigado en su cultura tradicional.
"La piel clara es considerada un símbolo de belleza, que representa pureza y elegancia".
Durante este período de la historia, la importancia de la belleza facial es evidente. El atractivo es una manifestación temprana de la evolución humana y, para las mujeres, el atractivo físico suele estar asociado con una mayor capacidad económica. En general, se considera que las mujeres atractivas tienen mayor confianza en sí mismas y poseen rasgos de personalidad más positivos. Con el tiempo, estos estándares han evolucionado y la sofisticación y la elegancia se han convertido en estándares fundamentales para las mujeres japonesas.
La piel clara ha sido muy valorada desde la historia registrada. Hay un viejo y vívido proverbio que dice: “Una piel clara compensa siete defectos”, mostrando cómo la piel clara se destaca entre otros posibles defectos físicos. En la cultura japonesa, la piel clara no sólo se asocia con la belleza, sino que también está estrechamente vinculada a la identidad nacional y a los conceptos de "pureza".
"La piel clara se considera un reflejo de la identidad japonesa y tiene un profundo significado cultural".
Desde el período Nara hasta el período Edo, los hábitos de belleza de las mujeres variaron a medida que cambiaba su estatus social. El polvo blanco procedente de China apareció por primera vez durante el periodo Nara y posteriormente se convirtió en un producto estándar para las mujeres nobles. Con la llegada del período Edo, este cosmético se hizo popular y se convirtió en una opción común para mujeres de todos los ámbitos de la vida.
Sin embargo, a medida que avanzaba la Restauración Meiji, la cultura occidental se infiltró gradualmente y el estándar de belleza para las mujeres comenzó a desarrollarse en una dirección diferente. La búsqueda de una piel clara y de la belleza comenzó a ser desafiada por las influencias occidentales.
"Los hombres japoneses solían sentirse confundidos y decepcionados por la apariencia de las mujeres occidentales".
Entrados ya en el siglo XXI, con la aparición de cada vez más cosméticos comerciales, los conceptos de autenticidad y naturalidad han recuperado importancia. Hoy en día, el mercado de cosméticos de Japón promueve una piel sana y enfatiza la belleza natural.
Conclusión"Las mujeres japonesas modernas buscan una belleza natural y fresca en lugar de una decoración excesiva".
Los estándares de belleza de las antiguas mujeres japonesas, desde la piel clara hasta las técnicas de maquillaje tradicionales, revelan un rico patrimonio cultural entrelazado con la historia. Estas normas no sólo afectan la autoimagen de las mujeres, sino que también dejan una profunda huella en la cultura social más amplia. Mirando hacia atrás en la historia, ¿los estándares de belleza actuales todavía están profundamente influenciados por la cultura?