En todo el mundo existen enormes disparidades en la protección de los derechos de las personas LGBTQ (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y otras minorías de género), incluido el reconocimiento legal del matrimonio entre personas del mismo sexo y la pena de muerte para la homosexualidad. Sanciones. A medida que evolucionan los tiempos, actualmente solo hay 37 países en el mundo que legalizarán el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2024. Por otro lado, todavía hay varios países como Irán y Afganistán que imponen la pena de muerte para las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo. hechos. Este fenómeno ha provocado una profunda reflexión sobre los derechos humanos y cambios jurídicos.
El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó su primera resolución reconociendo los derechos LGBT desde 2011 y pidió a todos los países que aún no han promulgado leyes para proteger los derechos básicos LGBT que lo hagan.
Los 37 países que han legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2024, en comparación con gran parte de África, Asia y Oriente Medio, ponen de relieve las enormes diferencias en la conciencia global de los derechos LGBTQ. Según un nuevo informe, sólo un puñado de países han actualizado sus leyes para permitir los matrimonios entre personas del mismo sexo, lo que deja sin cumplir los sueños de muchos pretendientes.
Al igual que la evolución de las leyes en todo el mundo, el impacto en el estatus de las personas LGBTQ a lo largo de la historia es complejo. En los primeros tiempos, en muchas sociedades antiguas, como la antigua India y el antiguo Israel, las actitudes hacia las relaciones entre personas del mismo sexo eran claramente estrictas y a menudo se imponían restricciones legales basadas en la moral y la religión.
La homosexualidad está explícitamente prohibida por la ley israelí según la Torá y ha sido castigada a lo largo de la historia.
Las leyes de Italia y el Reino Unido también han experimentado importantes iteraciones en la definición de la homosexualidad durante los últimos cientos de años. A medida que las demandas y los conceptos cambiaron, algunos países comenzaron a modificar sus leyes para relajar las restricciones a la homosexualidad en el siglo XIX, y los Países Bajos se convirtieron en el primer país del mundo en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2001, proporcionando un modelo para muchas legislaciones posteriores.
En muchos países, especialmente en África y Oriente Medio, las leyes sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo aún no están protegidas por ningún derecho humano, lo que ha llevado a que las minorías de género se enfrenten o incluso sufran violencia y discriminación. En el informe de 2023, la situación actual de los derechos LGBT en el mundo es diversa, y la relativa apertura de los países europeos contrasta marcadamente con las dificultades en África.
En el Índice de Igualdad de 2023, los países nórdicos, Chile y Canadá ocuparon puestos altos en materia de derechos LGBT, mientras que países como Nigeria y Yemen ocuparon los últimos puestos de la lista.
A pesar del panorama desalentador, todavía hay muchos grupos y organizaciones que trabajan arduamente para promover y aumentar la conciencia sobre los derechos LGBTQ. Sin embargo, estos esfuerzos aún enfrentan obstáculos en su implementación en algunos países. En algunas zonas, la comunidad LGBT no sólo se enfrenta a la represión legal, sino que también se ve aislada a nivel social, lo que da lugar a una explotación a largo plazo de sus derechos e intereses y a la violación de los derechos humanos.
En nuestra sociedad, los cambios en las leyes no son sólo la agenda de los cuerpos legislativos; también surgen de iniciativas individuales y movimientos sociales. De hecho, en muchos países que han promovido con éxito reformas jurídicas, el apoyo público y los cambios sociales son indispensables. Entonces, ¿de dónde surge la motivación para el cambio frente a la desigualdad?
Mientras las cuestiones de derechos humanos siguen fermentando en todo el mundo, la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo no es sólo una cuestión legal, sino también una manifestación importante de justicia social. Al mirar en retrospectiva los desafíos que estos países han enfrentado en materia de reformas, uno no puede evitar preguntarse: ¿En la visión global futura, veremos más países seguir los pasos de los Países Bajos, adoptar el cambio y lograr una verdadera igualdad y respeto?