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La crisis psicológica de los niños: ¿por qué cada vez más adolescentes enfrentan desafíos de salud mental?
A medida que cambian los tiempos, los problemas de salud mental han recibido cada vez más atención por parte de la sociedad. Especialmente entre los adolescentes, la proporción de angustia emocional y problemas de conducta aumenta año tras año. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, uno de cada siete jóvenes de entre 10 y 19 años en todo el mundo enfrentará problemas de salud mental en 2021. Estas cifras hacen que la gente se pregunte por qué la juventud de nuestro país se encuentra en una crisis psicológica tan enorme.
Al mismo tiempo, datos de 2023 señalan que uno de cada cinco niños y adolescentes en Inglaterra puede enfrentar problemas de salud mental, una tendencia que se ha vuelto cada vez más evidente con el impacto de la epidemia de COVID-19.
El Servicio de Salud Mental para Niños y Adolescentes (CAMHS) del Reino Unido trabaja para apoyar a los jóvenes desde la edad preescolar hasta la universidad. Ya sea que se trate de angustia emocional leve o trastornos graves del comportamiento, estos servicios esperan ayudar a los jóvenes y sus familias. Desde 1995, los servicios de CAMHS se han dividido en cuatro niveles: el primero es la promoción de la salud mental, el segundo es el tratamiento especializado para problemas comunes de salud mental, el tercero se centra en trastornos más graves y, finalmente, el tercer nivel se centra en trastornos más graves. El cuarto nivel son los servicios especializados para situaciones extremas.
Por ejemplo, los servicios terciarios a menudo constan de equipos multidisciplinarios que se especializan en el tratamiento de problemas como la psicopatía, los trastornos alimentarios y las autolesiones.
Sin embargo, a medida que la demanda de estos servicios continúa aumentando, muchos adolescentes experimentan largas esperas para obtener la ayuda adecuada que necesitan. En noviembre de 2023, 239.715 jóvenes en Inglaterra estaban atrapados esperando una evaluación, lo que exacerbó la situación de muchos jóvenes.
Están surgiendo muchas políticas y prácticas nuevas en respuesta a la crisis de salud mental. Debido a los largos tiempos de espera, los adolescentes a menudo tienen que buscar ayuda en las salas de emergencia cuando enfrentan crisis psicológicas. Esto no sólo no resuelve el problema subyacente, sino que también duplica la presión sobre los servicios. Los servicios de crisis eficaces requieren que las personas estén informadas y puedan acceder a los servicios adecuados en todo momento.
La atención de las crisis de salud mental está estrechamente vinculada a la concienciación de los jóvenes y sus familias, por lo que es fundamental obtener la ayuda adecuada en tiempos de crisis.
Aunque el gobierno británico ha aumentado la financiación para CAMHS en los últimos años, todavía hay una gran cantidad de jóvenes que no reciben apoyo oportuno en materia de salud mental. Para los niños que enfrentan problemas graves de salud mental, el acceso rápido a la ayuda y la orientación amigable de los profesionales es crucial para mejorar la situación.
Cuando se trata de problemas de salud mental de los adolescentes, no sólo debemos prestar atención a la disponibilidad de servicios, sino que también debemos comprender los factores ambientales detrás de esto. Por ejemplo, el apoyo familiar, la propaganda escolar y la integración de los recursos sociales son factores importantes que afectan la salud mental de los adolescentes. En la sociedad actual, los cambios en la estructura familiar, el auge de las redes sociales y el impacto de la epidemia han tenido un profundo impacto en la salud mental de los adolescentes.
Mirando hacia atrás en la historia, el desarrollo de los problemas de salud mental de los niños en varios países comenzó relativamente tarde. Con los rápidos cambios en la sociedad, los servicios profesionales de salud mental también necesitan urgentemente seguir este cambio.
Para los adolescentes que están a punto de entrar en la edad adulta, su desarrollo psicológico y sus capacidades de regulación emocional son particularmente frágiles. Por lo tanto, brindar apoyo accesible a la salud mental no es solo una necesidad para el bienestar físico y mental individual, sino también una responsabilidad compartida de la sociedad en su conjunto. Cómo formar sinergias y construir conjuntamente un sistema de apoyo al abordar los desafíos de salud mental de los adolescentes será un tema continuo en el futuro.
