En la sociedad globalizada actual, la salud mental de las personas y sus factores relacionados han recibido mucha atención. Entre ellos, el control percibido (CP), como la creencia de un individuo de que puede controlar su propia vida y el entorno externo, tiene un impacto en la salud mental que no se puede subestimar. Sin embargo, las investigaciones muestran que existen diferencias significativas entre occidentales y asiáticos en su comprensión y el impacto de este concepto.
Definición e historia del control perceptualEl control percibido es una visión subjetiva que se refiere al grado en que un individuo tiene autocontrol, incluida la sensación de control sobre sí mismo y su entorno (como lugares, otras personas, cosas, sentimientos y actividades). Este concepto ha evolucionado desde el desarrollo de la psicología a principios del siglo XX. En 1959, la teoría de la "motivación de eficacia" de Robert W. White fue la primera en enfatizar la necesidad innata de los humanos de controlar su entorno. Posteriormente, en 1996, Julian Rotter definió con más precisión el término "control perceptual", abriendo un nuevo capítulo en el estudio del control perceptual.
"Una serie de estudios apoya firmemente la hipótesis de que los individuos que creen que tienen control sobre su propio destino estarán atentos a la información útil en su entorno y tomarán acciones para mejorarlo".
La cultura occidental generalmente enfatiza el individualismo, lo que hace que sea particularmente importante para los individuos tener un sentido de control sobre las consecuencias de sus acciones. Esta creencia no sólo promueve la motivación personal y la autoeficacia, sino que también hace que los occidentales presten más atención a sus propias habilidades y logros. En ese contexto cultural, el control percibido suele considerarse un rasgo de personalidad estable.
Esto también fortalece aún más su iniciativa de buscar una sensación de control en sus vidas. Características de la cultura asiática: colectivismo e interdependencia“Es más probable que las personas interpreten el control percibido como un rasgo de personalidad”.
Por el contrario, la cultura asiática pone mayor énfasis en el colectivismo y la interdependencia, lo que tiene cierto impacto en la comprensión del control percibido y su asociación con la salud mental. Los estudios han demostrado que los asiáticos generalmente dan menos importancia al control percibido que los occidentales y, en general, no creen que exista un vínculo directo entre el control percibido y la salud mental.
“No se encontró ninguna relación significativa entre el control percibido y el bienestar psicológico en el grupo asiático”.
En 1998, la investigación de Sastry y Ross mostró que las personas de diferentes orígenes culturales tienen diferencias significativas en el control percibido. Este hallazgo nos recuerda que el control percibido no es un rasgo psicológico único, sino que está estrechamente relacionado con las normas culturales y sociales. Combinando el modelo de dos procesos de la psicología, los occidentales tienden a usar el control primario para adaptarse al entorno, mientras que los asiáticos son más propensos a usar el control secundario, es decir, cambiarse a sí mismos para adaptarse al entorno. Estas diferencias surgen de valores culturales fundamentales y entornos psicológicos, que dan lugar a diferentes manifestaciones específicas del control percibido.
El impacto del control percibido sobre la saludNo sólo eso, el control percibido también es importante para el estado de salud de un individuo. El estudio encontró que las personas con un mayor control percibido tienen capacidades de afrontamiento psicológico más fuertes cuando enfrentan problemas de salud y pueden mantener eficazmente un buen estado fisiológico o adaptación psicológica. En las culturas occidentales, existe un fuerte vínculo entre el control percibido y las conductas de salud, mientras que en los contextos culturales asiáticos esta asociación es menos clara.
"Las personas con mayor percepción de control son más eficaces a la hora de mantener el equilibrio psicológico cuando se enfrentan a problemas de salud".
Con la aceleración de la globalización, los intercambios entre las culturas orientales y occidentales son cada vez más frecuentes, y esta situación puede cambiar gradualmente. Comprender las diferencias en el control percibido puede ayudar a los psicólogos a desarrollar estrategias de intervención psicológica más precisas en diferentes contextos culturales, mejorando así de manera efectiva la salud mental de las personas.
¿Cómo podemos entonces equilibrar las diferentes perspectivas occidentales y asiáticas sobre el control percibido para promover la salud mental general?