En las últimas dos décadas, el sistema de defensa antimisiles de la OTAN ha sufrido múltiples cambios, lo que refleja su urgencia y complejidad en la respuesta a los desafíos geopolíticos.Desde que se estableció la investigación inicial en 2002, el desarrollo de este sistema ha atraído mucha atención de los Estados Unidos, Rusia y otros aliados.Especialmente después de la intensificación de las tensiones con Rusia, la estrategia de defensa antimisiles de la OTAN e incluso su cooperación militar general se han ajustado significativamente.
Los estudios de fiabilidad en defensa antimisiles muestran que es técnicamente factible, lo que también sienta las bases para la toma de decisiones futuras de la OTAN.
En 2001, Estados Unidos lanzó un estudio sobre la viabilidad de la defensa antimisiles, y las agencias relevantes de la OTAN también estaban involucradas.Los resultados del estudio muestran que la defensa de los misiles es factible y proporciona una base técnica para la toma de decisiones de la OTAN.
En 2007, los aliados europeos de la OTAN hicieron un llamado para establecer un sistema de defensa antimisiles de la OTAN para complementar el Sistema Nacional de Defensa de Osiles de los Estados Unidos y proteger a Europa de los ataques de misiles.Después de esto está la respuesta del primer ministro ruso Putin, quien advirtió que tales subordinados podrían desencadenar una nueva carrera armamentista y podrían aumentar el riesgo de destrucción mutua.
En 2009, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunció que los planes para desplegar sistemas de intercepción de defensa antimisiles de largo alcance en Polonia y la República Checa ya no avanzarían, sino que cambian al uso de sistemas de defensa de misiles Aegis basados en buques para combatir el corto alcance y misiles de rango medio.Este cambio no solo cambió la estrategia de defensa entre Estados Unidos y la OTAN, sino que también tuvo un impacto en el plan de despliegue de misiles de Rusia.
La decisión deObama está diseñada para mejorar la efectividad de la defensa y verificar y equilibrar las amenazas de Rusia.
A medida que los planes de la OTAN se aclaran gradualmente, las respuestas internacionales a esto son mixtas.Las preocupaciones en particular, como las advertencias de Dinamarca de que sus buques de guerra se han convertido en objetivos de misiles nucleares rusos, muestran los riesgos potenciales que esta política ha creado en términos geopolíticos.Por otro lado, Polonia y Rumania participan activamente y están dispuestos a asumir parte de sus responsabilidades para mejorar sus capacidades de defensa.
A medida que las capacidades de defensa de la OTAN continúen mejorando, el desarrollo futuro continuará siendo afectado por las capacidades de ataque en Rusia y otras regiones.
Nuestro sistema integrará los recursos de defensa antimisiles de diferentes aliados para proporcionar seguridad completa para Europa.
Pero detrás de tales cambios, todavía hay muchos problemas sin resolver.¿Esto significa que una nueva carrera armamentista se está desarrollando gradualmente frente a la situación de seguridad global cada vez más compleja?