La cirugía de reconstrucción mamaria, un término que se ha vuelto más ampliamente aceptado en las últimas décadas, se refiere a una variedad de procedimientos quirúrgicos para reparar la apariencia de los senos, a menudo para aliviar preocupaciones relacionadas con la identidad de género. Estas cirugías no son sólo cambios físicos, sino también enormes transformaciones psicológicas y emocionales, que marcan hitos importantes en la búsqueda de la identidad propia de las personas.
Durante la cirugía de reconstrucción mamaria, los médicos pueden extirpar tejido mamario y volver a ensamblar el pezón y la areola para ayudar a las pacientes a superar la ansiedad relacionada con su identidad de género. Esta cirugía marca un cambio de vida importante para muchas personas en transición.
La cirugía de reconstrucción mamaria, también conocida como "cirugía superior", a menudo se realiza como parte del proceso de transición de género.
En 1942, el médico británico Michael Dillon se sometió a esta cirugía, convirtiéndose en una de las primeras personas en la historia en someterse a una cirugía de virilización mamaria. Su cirugía fue realizada por el cirujano plástico neozelandés Harold Gillis, conocido como el "padre de la cirugía plástica moderna". Este evento se considera un hito importante en la historia de la cirugía reconstructiva mamaria.
A medida que va pasando el tiempo, cada vez son más los médicos que empiezan a especializarse en esta área de la cirugía. Entre ellos, los métodos más populares incluyen la cirugía de doble incisión, la cirugía de ojo de cerradura y la cirugía en forma de T invertida, cada una con sus técnicas y efectos únicos.
La cirugía de doble incisión generalmente deja una cicatriz que se extiende desde la axila hasta la mitad del pecho y realiza un injerto de pezón para darle una apariencia más masculina.
En 1978, el cirujano plástico de San Francisco, Michael Brownstein, realizó su primera cirugía de reconstrucción mamaria en un paciente de mujer a hombre, lo que marcó el comienzo de que la cirugía de reconstrucción mamaria se tomara en serio en los Estados Unidos. Posteriormente, el Dr. Brownstein se hizo conocido por sus excelentes resultados quirúrgicos, y muchos pacientes acudieron a la cirugía sin siquiera necesitar asesoramiento sobre género.
Con el avance de las tecnologías relacionadas y los cambios en los conceptos sociales, cada vez más instituciones médicas han comenzado a darse cuenta de la necesidad y el valor de estas cirugías. En 2021, el actor canadiense Elliot Page dijo después de someterse a una cirugía: "Esto cambió completamente mi vida... No solo cambió vidas, sino que también salvó vidas".
Estas cirugías no sólo representan cambios físicos, sino que para muchas personas son una forma de recuperar la identidad propia y la confianza.
La cirugía de reconstrucción mamaria no se limita a quienes desean hacer la transición de mujer a hombre, sino que también incluye a hombres cisgénero con mastia virilizante y personas no binarias que desean mejorar la apariencia de sus senos. Esta cirugía ofrece nuevas esperanzas y opciones a quienes padecen disforia de género.
Muchos candidatos informan mejoras psicológicas significativas después de la cirugía, lo que una vez más enfatiza la importancia y necesidad de esta cirugía. No sólo mejora la apariencia del paciente, sino que también mejora significativamente su salud mental y calidad de vida.
La popularidad de la cirugía de reconstrucción mamaria refleja un cambio en la sociedad. Muchas personas ya no ocultan sus deseos y necesidades y persiguen con valentía su verdadero yo. En este caso, la percepción de la sociedad avanza gradualmente hacia la inclusión y la comprensión, especialmente en la creación de espacios más seguros donde se pueda aceptar a personas de todas las expresiones de género.
Recuperar la confianza en uno mismo después de la cirugía no sólo significa cambios externos, sino que también simboliza la fuerza interior y el renacimiento.
Desde la innovadora cirugía de Michael Dillon hasta los cambios de Elliot Page, la cirugía de reconstrucción mamaria no es solo un procedimiento médico, sino también un microcosmos de un proceso histórico, que refleja la búsqueda de la identidad de género y la autoexpresión de los seres humanos. En este viaje de evolución continua, no podemos evitar preguntarnos: ¿cuándo podremos realmente lograr una comprensión y tolerancia completas para todos?