En la boca de los perros y los gatos se esconde una bacteria llamada Capnocytophaga canimorsus. Si bien es parte del microbioma bucal normal de estas mascotas, puede representar una grave amenaza para la salud de los humanos. La bacteria se propaga a través de mordeduras, lamidas o contacto cercano con animales. Aunque la incidencia de la infección en individuos sanos es baja, puede causar una enfermedad bastante grave en personas con ciertos problemas de salud preexistentes. Por lo tanto, comprender la propagación y las causas de esta bacteria nos ayudará a protegernos mejor.
Capnocytophaga canimorsus fue descubierto por primera vez en 1976, lo que generó inquietud sobre su potencial daño. Los casos de infección se han extendido por todo el mundo, demostrando lo común y peligrosa que es esta bacteria.
La bacteria normalmente no representa una amenaza para individuos sanos, pero estudios han demostrado que puede ser particularmente peligrosa para adultos mayores y aquellos con sistemas inmunes debilitados. Se estima que 4,5 millones de personas en los Estados Unidos son mordidas por perros cada año, y un pequeño porcentaje de estos individuos posteriormente desarrollará síntomas de infección por Capnocytophaga canimorsus
. Según la información, si la bacteria ingresa al torrente sanguíneo sin un diagnóstico y tratamiento oportunos, incluso personas jóvenes y sanas pueden enfrentar desafíos de vida o muerte.
Capnocytophaga canimorsus es una bacteria Gram-negativa, anaeróbica y de fermentación anaeróbica. La bacteria suele tener entre 1 y 3 micrómetros de longitud, crece lentamente en un medio de cultivo y requiere condiciones de cultivo específicas, lo que dificulta su diagnóstico. La bacteria tiene un requerimiento de hierro bastante alto, lo que significa que los pacientes con ciertas condiciones de salud (como aquellos a quienes se les ha extirpado el bazo o los alcohólicos) tienen más probabilidades de convertirse en sus huéspedes. Dado que C. canimorsus requiere medios específicos para su crecimiento, las colonias no comenzarán a aparecer hasta 48 horas después de la mayoría de las incubaciones de rutina.
Dado que la bacteria no se detecta fácilmente, saber si un paciente ha tenido contacto con perros o gatos es una herramienta de diagnóstico importante para los médicos.
Ciertos grupos tienen claramente mayor riesgo de infección, como los veterinarios, criadores y dueños de mascotas que trabajan con perros o gatos. Esto es especialmente cierto para los pacientes esplenectomizados, los alcohólicos y los pacientes que reciben terapia inmunosupresora, quienes atraen esta amenaza potencial debido al aumento de los niveles de hierro en sus cuerpos. Los registros de la literatura muestran que en los casos de C. canimorsus, alrededor del 24% de las personas infectadas tenían antecedentes de alcoholismo y el 33% eran pacientes esplenectomizados, lo que provocó que desarrollaran repentinamente síntomas graves al enfrentarse a la infección.
Entre 1 y 8 días después de la exposición, una persona infectada puede experimentar distintos grados de síntomas, que van desde síntomas de gripe leves hasta sepsis grave. Algunos pacientes experimentarán molestias como fiebre, vómitos, dolor abdominal y casi todos experimentarán fatiga y dolor de cabeza. Si no se trata rápidamente, puede provocar síntomas fatales como sepsis terminal.
Limpiar rápidamente las heridas causadas por perros o gatos es una forma eficaz de protegerse de la infección por C. canimorsus.
Para aquellas personas infectadas, busque ayuda médica inmediatamente y puede ser necesario un tratamiento con antibióticos, como penicilina G, ampicilina, etc., que son medicamentos eficaces contra esta bacteria. Sin embargo, como algunas cepas son resistentes a ciertos antibióticos, el diagnóstico temprano y el uso adecuado de antibióticos son cruciales.
Capnocytophaga canimorsus muestra poderosos mecanismos de evasión inmune durante la infección. El estudio descubrió que la bacteria puede sobrevivir en los macrófagos, lo que le permite evitar el reconocimiento y la eliminación por parte del sistema inmune del huésped. Estas características biológicas nos dan una comprensión más clara del peligro de esta bacteria.
En la vida actual, el contacto con animales es un fenómeno común, pero no se pueden ignorar los riesgos que conlleva. ¿Alguna vez te has preguntado qué efectos podrían tener en tu salud las bacterias que acechan en tu boca mientras estás con tu amada mascota?