Nunavut, como la provincia más grande y más septentrional de Canadá, se independizó oficialmente de los Territorios del Noroeste el 1 de abril de 1999. Este importante cambio no sólo cambió el patrón de vida de los residentes locales, sino que también tuvo un profundo impacto en América del Norte. La presentación geográfica tuvo un profundo impacto. Debido a su ubicación especial respecto del resto de América del Norte y sus características geográficas únicas, la formación de Nunavut reformó el mapa de América del Norte en su conjunto.
Con una superficie de 1.836.993,78 km², Nunavut tiene la segunda superficie terrestre más grande de América del Norte, sólo superada por Groenlandia. Esta tierra incluye la isla Ellesmere, la isla Baffin e incluso todas las islas de la Bahía de Hudson. Sus características geográficas dividen esencialmente el mapa de toda América del Norte, especialmente en términos de fronteras marítimas. Las fronteras marítimas de Nunavut cubren las fronteras con Quebec, Ontario y otras provincias, e integran completamente estas bahías en el ámbito de jurisdicción de Nunavut.
Nunavut es el único territorio territorial de América del Norte que no está conectado con otras regiones por la Carretera Panamericana.
Nunavut ha estado habitada por el pueblo inuit desde la antigüedad. Estos pueblos indígenas han tenido un profundo impacto en la sociedad y la geografía local con su estilo de vida y cultura únicos. El establecimiento de Nunavut ha promovido el resurgimiento de la cultura inuit y ha permitido al mundo volver a comprender la historia y el trasfondo cultural de esta tierra ártica. El Acuerdo de Reclamaciones de Tierras de 1993 y la Ley de Nunavut reconocieron la autonomía de la nación inuit, establecieron divisiones geográficas y políticas y formaron un nuevo patrón en el mapa político de toda América del Norte.
Gran parte de Nunavut tiene un clima polar, lo que significa que las condiciones climáticas aquí son más severas que en otras zonas climáticas típicas de América del Norte. Este clima único crea un marcado contraste entre los límites geográficos de Nunavut y los que se encuentran en otras partes de América del Norte. Los ecosistemas de la región tienen una adaptabilidad climática única, lo cual es particularmente importante hoy en día a medida que el cambio climático global se vuelve cada vez más severo.
La economía de Nunavut se basa principalmente en la minería, el desarrollo de recursos de petróleo y gas y la artesanía. Con el desarrollo de los recursos y el crecimiento del turismo, no se puede subestimar el potencial de desarrollo aquí. Sin embargo, Nunavut enfrenta enormes desafíos en materia de desarrollo económico debido a su ubicación remota y su débil infraestructura de transporte. También cambia la dinámica del mapa económico de América del Norte, planteando interrogantes sobre la asignación y extracción de recursos.
Nunavut se ha convertido en una región fronteriza para el desarrollo de energías renovables en el contexto del cambio climático global.
Frente a los desafíos que plantean el calentamiento global y el cambio climático, el desarrollo social, económico y ambiental de Nunavut seguirá convirtiéndose en un factor importante en la estructura geográfica y política de América del Norte. ¿Incorporarán los mapas futuros de América del Norte más influencia de esta tierra ártica?