Una fractura pélvica es una ruptura de las estructuras pélvicas, que implica una rotura del sacro, los huesos de la cadera (isquion, pubis, dorsal ancho) o el cóccix. Los síntomas de esta lesión a menudo incluyen dolor intenso durante el movimiento, mientras que las complicaciones pueden incluir sangrado interno, daño a la vejiga o traumatismo vaginal. Las causas comunes de fracturas pélvicas incluyen caídas desde alturas, accidentes automovilísticos, peatones atropellados por automóviles o lesiones por aplastamiento directo y grave. En personas más jóvenes, las fracturas generalmente requieren un traumatismo importante, mientras que en personas mayores pueden producirse fracturas después de un traumatismo menos grave.
Las fracturas pélvicas representan aproximadamente el 3% de las fracturas en adultos. Las fracturas estables generalmente tienen un mejor pronóstico, mientras que las fracturas inestables conllevan un riesgo de muerte del 15%.
Las fracturas pélvicas se dividen en dos categorías principales: estables e inestables. Las fracturas inestables pueden dividirse además en fracturas por compresión anteroposterior, compresión lateral, cizallamiento vertical y fracturas por mecanismo combinado. El síntoma principal de una fractura es el dolor, especialmente peor con el movimiento.
Complicaciones de las fracturasLas complicaciones de una fractura pélvica pueden provocar una pérdida excesiva de sangre o la perforación de otros órganos, lo que en última instancia provoca un shock. En las lesiones de alto impacto, la hinchazón y los hematomas son más pronunciados y la gravedad del dolor varía según la extensión del impacto y puede irradiarse con el movimiento.
Las causas comunes de fracturas incluyen caídas, accidentes automovilísticos, golpes de peatones o presión directa. En personas más jóvenes, debe ocurrir un evento traumático importante, mientras que en personas mayores, solo un traumatismo menor puede provocar una fractura.
La estructura de la pelvis está compuesta por el músculo dorsal ancho, el isquion y el pubis, formando un anillo completo que se conecta con el sacro. La destrucción de este anillo requiere una energía considerable. Si una persona está completamente alerta y no tiene dolor pélvico, no es necesario realizar imágenes médicas.
Existen varios sistemas de clasificación para las fracturas de pelvis. El sistema de clasificación de Tile se divide en tres categorías según la integridad de la articulación sacroilíaca posterior: tipo A (estable), tipo B (parcialmente inestable) y tipo C (completamente inestable). La clasificación de Young-Burgess se basa en el mecanismo de lesión, que incluye la compresión anteroposterior, la compresión lateral y el cizallamiento vertical.
Fractura abiertaUn tipo específico de fractura pélvica se denomina fractura de "libro abierto", que generalmente es resultado de una lesión por aplastamiento grave. Debido a que estas fracturas están asociadas con un mayor riesgo de infección y sangrado, la tasa de mortalidad es relativamente alta.
A medida que envejecemos, nuestros huesos se vuelven más débiles y más susceptibles a las fracturas. Para reducir el riesgo de fracturas pélvicas, se deben tomar medidas preventivas adecuadas. Diversas lesiones de alta energía, como accidentes automovilísticos o caídas desde alturas, son las principales causas de fracturas. Por lo tanto, es fundamental tomar medidas de protección adecuadas.
TratamientoLas fracturas pélvicas suelen ser difíciles de tratar y pueden implicar opciones quirúrgicas o no quirúrgicas, según la gravedad de la fractura. En situaciones de emergencia, es necesaria la estabilización pélvica, generalmente con el uso de una banda pélvica para reducir la pérdida de sangre y el riesgo de muerte. Para los casos que requieren cirugía, se necesita un plan integral basado en el tipo de fractura y otras lesiones asociadas.
Pronóstico y epidemiologíaEn los Estados Unidos, aproximadamente el 10% de los pacientes que reciben tratamiento por trauma sufren fracturas pélvicas. Entre ellos, los accidentes de motocicleta son la causa más común de fracturas pélvicas.
Entonces, ¿cómo podemos prevenirlo en nuestra vida diaria y protegernos de este daño potencial?