Un derrame pleural es una acumulación de exceso de líquido en el espacio pleural que rodea los pulmones. En circunstancias normales, la tasa de secreción de líquido pleural es de aproximadamente 0,6 ml por kilogramo de peso corporal por hora, y se absorbe y se descarga a través de la linfa, dejando solo entre 5 y 15 ml de líquido para ayudar a mantener la presión pleural normal. El exceso de líquido puede interferir con la expansión de los pulmones y provocar su colapso total o parcial.
En términos generales, cuando hablamos de derrame pleural, normalmente nos referimos a edema. Esta condición también puede estar acompañada de neumotórax (acumulación de aire en la cavidad pleural), formando un hidrotórax. Clasificación de los distintos derrames pleurales Los derrames pleurales se pueden clasificar según su origen y fisiopatología o causa subyacente. A continuación se detallan estas categorías:Se pueden acumular diversos líquidos en el espacio pleural, entre ellos linfa (edema), sangre (hemotórax), pus (empiema o absceso pleural), quilo (quilotórax) y, en raras ocasiones, orina (uriotórax) o heces (fecotórax). .
Las siguientes son algunas de las causas asociadas con los derrames pleurales hemodialíticos y exudativos:
En los Estados Unidos, las causas más comunes de derrames pleurales por diálisis incluyen insuficiencia cardíaca y cirrosis.
Además, el síndrome nefrótico también puede provocar una micción excesiva de albúmina y una disminución de los niveles de albúmina en sangre, lo que puede causar derrame pleural. Otras causas relacionadas incluyen:
Una vez que se confirma un derrame pleural exudativo, es necesaria una evaluación más profunda de su causa. Los indicadores que deben medirse incluyen: amilasa, glucosa, pH y recuento de células.
Las causas comunes de derrame pleural exudativo incluyen neumonía bacteriana, cáncer (el cáncer de pulmón, el cáncer de mama y el linfoma representan aproximadamente el 75% de todos los derrames pleurales malignos), infección viral y embolia pulmonar.
El diagnóstico de derrame pleural generalmente se basa en la historia clínica y el examen físico, y se confirma mediante una radiografía de tórax. Cuando la acumulación de líquido supera los 300 ml, generalmente se desarrollan signos clínicos detectables, como disminución del movimiento del pecho en el lado afectado, sensación de pesadez en el examen físico y disminución de los ruidos respiratorios.
El tratamiento del derrame pleural depende de su causa subyacente. En caso de acumulaciones de líquido mayores, puede ser necesario insertar un drenaje. Si el líquido es causado por un tumor maligno, debe tratarse con quimioterapia.
El derrame pleural persistente puede requerir productos químicos o pleurodesis quirúrgica para evitar que el líquido se acumule nuevamente.
Además del tratamiento médico, se debe administrar tratamiento antituberculoso en caso de derrame pleural asociado a tuberculosis. El objetivo del tratamiento es eliminar el líquido y eliminar la causa de su producción.
El tratamiento del derrame pleural no consiste únicamente en tratar los síntomas, sino también en prevenir y tratar los efectos posteriores. ¿Es usted capaz de identificar y manejar claramente diferentes tipos de derrames pleurales?