En la era actual de rápido desarrollo de la ciencia y la tecnología, los biosensores, como herramienta de detección avanzada, se están utilizando para detectar instantáneamente sustancias químicas de una manera única. Este sensor combina componentes biológicos con detectores físicos y químicos, combinando perfectamente la sensibilidad de la biología con la precisión de la química.
Los biosensores son dispositivos analíticos utilizados para detectar sustancias químicas que combinan un componente biológico con un detector fisicoquímico.
Los elementos de biorreconocimiento pueden ser enzimas, anticuerpos, células, ácidos nucleicos y otras biomoléculas que interactúan con analitos específicos para generar una señal medible.
El transductor es responsable de convertir la interacción entre el elemento de biorreconocimiento y el analito en datos medibles. Estos datos pueden procesarse y visualizarse a través de sistemas electrónicos, lo que hace que los resultados sean fáciles de entender y utilizar.
Los elementos de biorreconocimiento de los biosensores se pueden clasificar según cómo interactúan con el analito, incluyendo principalmente las siguientes categorías:
Interacciones entre anticuerpos y antígenosLa interacción específica entre anticuerpos y antígenos los convierte en componentes básicos importantes de los biosensores. Estos sensores, llamados inmunosensores, utilizan anticuerpos específicos para unirse a un antígeno objetivo y generar una señal medible.
Interacciones enzimáticasLa interacción anticuerpo-antígeno de un inmunosensor funciona como una cerradura y una llave, uniéndose solo cuando el analito tiene la forma correcta.
Las enzimas, con su alta especificidad y actividad catalítica, se han convertido en otro tipo importante de elemento de reconocimiento biológico en los biosensores. El hecho de que la enzima pueda reaccionar con el analito afectará directamente la señal de salida del sensor, lo que lo hace particularmente efectivo en el análisis de productos químicos.
Interacciones de ácidos nucleicos Los sensores basados en ácidos nucleicos generalmente reconocen secuencias objetivo a través de las propiedades del emparejamiento complementario. Estos sensores pueden detectar moléculas específicas de ADN o ARN con mucha sensibilidad.Las reacciones catalizadas por enzimas se pueden utilizar repetidamente sin consumir el analito, lo que mejora enormemente la eficiencia de los biosensores.
Los biosensores tienen una amplia gama de aplicaciones, incluido el monitoreo ambiental, las pruebas de seguridad alimentaria, el diagnóstico médico y otros campos. Con sus características instantáneas y precisas, estos sensores pueden responder rápidamente a sustancias químicas peligrosas en el entorno externo.
Durante la epidemia de COVID-19, los biosensores se han utilizado ampliamente para detectar anticuerpos en el cuerpo humano, convirtiéndose en una herramienta importante para la cuarentena y el tratamiento en varios países.
En los últimos años, se han dedicado muchos estudios al desarrollo de sensores más portátiles y fáciles de usar. Estos sensores no solo son fáciles de usar en diversos escenarios, sino que también pueden reducir eficazmente los costos y las dificultades operativas, haciéndolos más accesibles. Incluso para los no profesionales. También se puede manejar fácilmente.
A medida que la tecnología continúa avanzando, los biosensores evolucionarán hacia una mayor sensibilidad y selectividad en el futuro. Estos avances le permitirán funcionar en entornos más complejos y abordar algunas de las limitaciones de las tecnologías anteriores. Por ejemplo, los biosensores ópticos utilizados para la detección del cáncer están mejorando aún más su sensibilidad de detección y se espera que desempeñen un papel clave en el diagnóstico temprano en el futuro.
¿Podemos esperar que en un futuro próximo los biosensores desempeñen un papel más importante en muchos campos como la medicina, la protección del medio ambiente y la seguridad alimentaria?