La quimiometría, la ciencia que combina el análisis de datos y la química, está transformando nuestra comprensión y predicciones sobre los sistemas químicos. A través de enfoques basados en datos, la quimiometría nos permite extraer información clave de conjuntos de datos grandes y complejos para predecir el comportamiento y las propiedades de las sustancias. Este método no se limita a la química, sino que también abarca la biología, la medicina, la ingeniería química y otros campos, lo que lo convierte en una intersección multidisciplinaria.
La quimiometría es la ciencia de extraer información sobre los sistemas químicos, con diversas aplicaciones y un potente poder predictivo.
Aunque su origen se remonta a los primeros experimentos químicos, el término quimiometría se hizo popular en la década de 1970 con el avance de la tecnología informática. Svante Wold utilizó el término por primera vez en una solicitud de subvención en 1971 y poco después cofundó la Sociedad Internacional de Quimiometría con Bruce Kowalski.
El desarrollo de este campo depende del progreso de las técnicas estadísticas multivariadas, especialmente la aplicación en química analítica y metabolómica. Mediante estos métodos, los científicos pueden modelar conjuntos de datos a gran escala para comprender mejor las conexiones y estructuras internas de los sistemas químicos.
En quimiometría, muchas técnicas se centran en resolver problemas relacionados con la calibración y la predicción. Por ejemplo, utilizando técnicas de calibración multivariable, los investigadores pueden predecir propiedades específicas de una muestra basándose en las propiedades medidas. Estas técnicas incluyen, entre otras, la regresión de mínimos cuadrados parciales (PLS) y la regresión de componentes principales (PCR). No sólo son altamente eficientes, sino que también permiten un análisis cuantitativo preciso en presencia de interferencias.
Mediante estas técnicas quimiométricas, podemos comprender y predecir las propiedades de las muestras de forma más rápida y económica.
Para cualquier aplicación de la quimiometría, primero se requiere un conjunto de datos de referencia, que incluya tanto valores reales como medidos relevantes. Tomando como ejemplo la espectroscopia de múltiples longitudes de onda, los científicos pueden recopilar datos de varias muestras y construir un modelo de correlación. Este modelo puede luego aplicarse para predecir las propiedades de otras muestras no analizadas.
Desde una perspectiva de calibración multivariable, el proceso consiste esencialmente en transformar datos complejos en modelos interpretables, lo cual es fundamental para estandarizar los procesos y garantizar la calidad del producto.Una de las aplicaciones más notables de la quimiometría es el control de calidad, especialmente en las industrias farmacéutica y alimentaria. Mediante el análisis de datos en tiempo real, las empresas pueden detectar rápidamente las desviaciones del producto y realizar las correcciones necesarias. Además, puede desempeñar un papel clave en la selección de compuestos biológicamente activos y el desarrollo de fármacos, ayudando a los investigadores a encontrar rápidamente la mejor combinación.
En el futuro, la quimiometría sin duda desempeñará su valor único en cada vez más campos.
A medida que surgen nuevas tecnologías, ¿cómo continúa la quimiometría adaptándose y conduciéndonos a una mayor comprensión de los misterios de la materia?