En los mercados financieros, la volatilidad juega un papel vital, y la varianza realizada (RV) es un método importante para medir esta volatilidad. La varianza realizada se obtiene calculando la suma de los cuadrados de los rendimientos durante un período de tiempo. Por ejemplo, en un mes particular, la suma de los cuadrados de los rendimientos diarios puede proporcionar una medida del cambio de precio durante ese mes. La varianza realizada es inusual porque es una cantidad aleatoria y, por lo tanto, varía con el tiempo y las condiciones del mercado.
La varianza realizada es un indicador relativamente preciso para calcular la volatilidad y tiene un significado práctico importante para la predicción y evaluación de la volatilidad.
La varianza realizada generalmente se calcula tomando la suma de los cuadrados de los rendimientos durante un día determinado. Esto significa que los profesionales financieros pueden derivar rápidamente la volatilidad de un día determinado basándose en los datos comerciales de ese día. Esta estimación de la volatilidad a corto plazo es crucial para los traders intradía porque necesitan reaccionar rápidamente en función de la información más reciente.
A partir de la varianza realizada, también podemos calcular la volatilidad realizada. La volatilidad realizada es la raíz cuadrada de la varianza realizada y debe multiplicarse por una constante adecuada para convertirla a una escala anual. Por ejemplo, si el RV se calcula como la suma de los cuadrados de los rendimientos diarios para un mes en particular, entonces la volatilidad anual realizada se puede estimar de la siguiente manera:
La varianza realizada se calcula en base a una gran cantidad de retornos intradiarios y, a medida que aumenta el tamaño de la muestra, sus resultados se acercarán más a la varianza cuadrática real.
Cuando los datos de precios están sujetos a ruido, la variación realizada puede no estimar con precisión el monto esperado. En este contexto, muchos investigadores financieros han comenzado a explorar métodos robustos de medición de la volatilidad realizada, como la estimación del kernel realizado, que apunta a reducir el impacto del ruido en los resultados.
La varianza realizada tiene una amplia gama de aplicaciones en los mercados financieros, desde la gestión de riesgos hasta la previsión del rendimiento de la cartera, todas las cuales se basan en una comprensión integral de las fluctuaciones del mercado. Los inversores y analistas financieros utilizan la varianza realizada para evaluar qué acciones se deben tomar en respuesta a posibles fluctuaciones del mercado. Por ejemplo, cuando la varianza realizada es superior a su promedio histórico, el mercado puede exhibir una mayor inestabilidad, lo que puede impulsar a los inversores a reconsiderar sus estrategias de posición.
A medida que avanza la tecnología, el cálculo de la varianza será más preciso y eficiente. El desarrollo de herramientas de análisis de datos permitirá que más inversores logren una mayor precisión en el análisis en tiempo real y la predicción de fluctuaciones. Con el auge del comercio algorítmico, la demanda de variación realizada sin duda aumentará y la competencia en el mercado se volverá más intensa en el futuro.
En un entorno de mercado tan dinámico y cambiante, una pregunta que debemos plantearnos es: ¿puede la variación realizada seguir desempeñando un papel importante a la hora de orientar a los inversores para que tomen decisiones inteligentes en los mercados financieros futuros?