La gastronomía molecular, término que suena a concepto de ciencia ficción, es en realidad una disciplina científica que profundizó en la cocina. La gastronomía molecular no es sólo comida deliciosa, sino también un conocimiento profundo de los ingredientes y los procesos de cocción. Desde que fue propuesto conjuntamente por el físico húngaro Nicholas Kurti y el físico químico francés Hervé This en 1988, este campo ha comenzado a recibir una amplia atención y ha impulsado investigaciones sobre la composición química de los ingredientes alimentarios y una exploración más profunda de sus cambios. .
La gastronomía molecular es un método de cocina que utiliza la química para estudiar la composición, características y transformación de los ingredientes alimentarios desde una perspectiva científica.
En el mundo de la gastronomía molecular, los chefs utilizan el poder de la ciencia y la tecnología para explorar los principios químicos detrás de los cambios en diferentes materiales durante el proceso de cocción. Este método no sólo ayuda a mejorar el sabor y la textura de los alimentos, sino que también cambia nuestra percepción de la cocina tradicional.
El nacimiento de la gastronomía molecular como ciencia no fue casual. En el siglo XVIII, muchos chefs ya habían empezado a pensar en los principios científicos de los cambios de ingredientes. Por ejemplo, la famosa chef francesa Marie-Antoine Carême advirtió una vez que al preparar sopa, se debe calentar lentamente para evitar la coagulación de las proteínas y afectar la textura de la sopa.
Hasta la llegada de la gastronomía molecular, los chefs tenían un campo dedicado a explorar las reacciones químicas en el proceso de cocción, que no había recibido suficiente atención en otras disciplinas culinarias.
Las tecnologías y herramientas de la gastronomía molecular incluyen nitrógeno líquido, ultrasonido, cocción al vacío, etc. Muchos platos espectaculares pueden obtener una apariencia y un sabor maravillosos a través de estas tecnologías. Por ejemplo, cuando se utiliza nitrógeno líquido para enfriar rápidamente los ingredientes, se pueden producir resultados sorprendentes, como helado elaborado en un instante.
Algunas recetas que llevan nombres de científicos se han convertido en ejemplos de gastronomía molecular, incluido Gibbs, un plato que combina hierbas y claras de huevo y luego las calienta en el microondas para crear un sabor único.
La gastronomía molecular no es sólo un festín para el gusto, sino también un festín para la vista. Su tecnología innovadora hace de cada plato una obra de arte.
En el siglo XXI, muchos grandes chefs comenzaron a explorar las fronteras de la gastronomía molecular, redefinirla con métodos científicos como Heston Blumenthal y Ferran Adrià y aplicar estas habilidades en buenos restaurantes.
Al combinar ciencia y creatividad, están subvirtiendo nuestra comprensión anterior de la comida.
La gastronomía molecular es sin duda un avance revolucionario en la cocina moderna. No es solo una tecnología culinaria, sino también una nueva visión que integra ciencia y arte. Con el avance de la tecnología, ¿qué nuevas exploraciones e innovaciones habrá en la cocina del futuro?