La enfermedad periodontal es una enfermedad bucal común, especialmente la periodontitis crónica, que es uno de los siete tipos de periodontitis definidos por la Academia Estadounidense de Periodontología en su sistema de clasificación de 1999. Generalmente es causada por la acumulación de grandes cantidades de placa dental, lo que provoca una inflamación crónica de los tejidos periodontales. Inicialmente, la periodontitis se desarrolla a partir de la gingivitis, la cual, si no se trata a tiempo, puede derivar en una periodontitis agresiva más grave.
Dado que la progresión de la periodontitis crónica suele ser indolora, es posible que muchos pacientes no busquen atención dental en las primeras etapas.
La periodontitis crónica afecta aproximadamente al 35% de los adultos en los Estados Unidos, y los efectos acumulativos de la destrucción del hueso alveolar, la pérdida de inserción y la formación de bolsas se vuelven más pronunciados con la edad. Los factores de riesgo de la enfermedad varían, entre ellos el tabaquismo y la falta de una buena higiene bucal. Los síntomas de la periodontitis crónica pueden no ser evidentes en las primeras etapas, pero una vez que se desarrolla, pueden aparecer las siguientes señales de advertencia:
Señales de alerta tempranaEl sangrado indoloro de las encías a menudo es considerado sin importancia por los pacientes, sin embargo puede ser un signo de enfermedad periodontal crónica progresiva.
El desafío en el diagnóstico de la periodontitis crónica es su progresión lenta e indolora. El diagnóstico temprano es fundamental, especialmente en las etapas leves a moderadas, porque una vez que aparecen los síntomas de la enfermedad activa, el daño puede ser demasiado grave cuando se busque tratamiento. El diagnóstico correcto debe incluir:
Un tratamiento eficaz incluye una buena higiene bucal, controles dentales regulares y limpiezas profesionales cuando sea necesario. Para los fumadores, dejar de fumar debe ser una prioridad porque fumar puede empeorar la enfermedad y reducir la eficacia del tratamiento. Los tratamientos no quirúrgicos, como el raspado y alisado radicular, son el tratamiento inicial preferido, mientras que se pueden utilizar procedimientos quirúrgicos, como el raspado con colgajo abierto, si es necesario.
Según la investigación, los antibióticos sistémicos se pueden utilizar junto con la terapia limpia, mostrando una eficacia aditiva en algunos casos.
Además de los factores locales, las enfermedades sistémicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares también se asocian con la enfermedad periodontal crónica. Las personas con diabetes pueden desarrollar una enfermedad periodontal más grave porque los niveles altos de azúcar en sangre afectan la respuesta inmunitaria del cuerpo, lo que lleva a un aumento de la inflamación. La inflamación de la enfermedad periodontal también puede conducir a un mal control de la diabetes.
Conclusión Conocer los primeros signos de la enfermedad periodontal es clave para prevenir daños mayores. Cuando te limpien los dientes nuevamente, ¿prestarás especial atención a estas posibles señales de advertencia?