EEPROM, memoria de sólo lectura programable y borrable eléctricamente, es una memoria no volátil que ha desempeñado un papel cada vez más importante en el campo de la tecnología electrónica desde la década de 1970. Lo que lo hace especial es que se puede borrar y reprogramar en un solo bit, lo que lo convierte en una solución ideal para almacenar pequeñas cantidades de datos. Con el avance de la tecnología, la tecnología EEPROM ha experimentado cambios drásticos en las últimas décadas, pero rastrear su historia es un viaje de exploración fascinante.
A principios de la década de 1970, muchas empresas e instituciones de investigación comenzaron a invertir en investigaciones sobre memorias no volátiles reprogramables eléctricamente. En 1971, un grupo de investigadores de Japón publicó los primeros resultados de la investigación en la Tercera Conferencia sobre Dispositivos de Estado Sólido en Tokio. Aunque sus esfuerzos allanaron el camino para futuros desarrollos, la tecnología de la época todavía dependía de condensadores, lo que era muy diferente de la EEPROM moderna. Ese mismo año, IBM también obtuvo una patente para su memoria reprogramable eléctricamente, iniciando una competencia en tecnología de memoria.
Las primeras tecnologías de memoria enfrentaron varios desafíos, como la retención de datos y la confiabilidad del ciclo de borrado/escritura.
En 1974, Siemens inventó con éxito la primera EEPROM que podía borrar datos mediante el efecto túnel Fowler-Nordheim, lo que marcó la llegada de la tecnología EEPROM moderna. En 1977, el científico israelí-estadounidense Eliyahou Harari obtuvo una patente basada en el efecto túnel Fowler-Nordheim en Hughes Aircraft Company. Esta tecnología no solo mejoró el diseño de la memoria volátil, sino que también lideró la producción comercial de EEPROM.
Los resultados de la investigación de Harari y su equipo han atraído una atención significativa en la industria y han guiado la próxima generación de diseño de memoria.
La EEPROM actual se utiliza ampliamente, se integra en microcontroladores integrados y se utiliza para las necesidades de almacenamiento de datos de diversos productos. En comparación con la memoria flash, la EEPROM todavía requiere una estructura de dos transistores para borrar bits individuales, mientras que la memoria flash puede usar un solo transistor. Por lo tanto, EEPROM todavía tiene un estatus insustituible en ciertos usos específicos, como la seguridad del producto y los pequeños requisitos de almacenamiento.
Con el aumento de la conciencia sobre la seguridad digital, la tecnología EEPROM se utiliza ampliamente en tarjetas de crédito, tarjetas SIM, entrada sin llave y otros dispositivos de seguridad. Algunos de estos dispositivos también están equipados con mecanismos de seguridad anticopia para proteger los datos almacenados. En términos de entrada y salida de datos, EEPROM puede comunicarse mediante interfaces serie o paralelas, como SPI, I²C, etc. El diseño de estas interfaces permite que varios dispositivos sean bien compatibles en términos de rendimiento y compatibilidad.
La interfaz eléctrica y la arquitectura interna de EEPROM le permiten gestionar datos de forma rápida y eficiente.
Aunque las tecnologías emergentes de memoria no volátil, como FeRAM y MRAM, las están reemplazando gradualmente en algunas áreas de aplicación, EEPROM todavía tiene sus propias ventajas patentadas. Por ejemplo, EEPROM siempre mantiene un alto estándar en términos de ciclo de reescritura de datos y período de retención de datos. Al mismo tiempo, la memoria flash, originalmente destinada a reemplazar a la EEPROM, ahora ha comenzado a convertirse en la opción principal en varios mercados, especialmente en sistemas que requieren grandes cantidades de almacenamiento no volátil.
El rápido desarrollo de la tecnología de la memoria es difícil de predecir y en cualquier momento pueden aparecer nuevos inventos e innovaciones. En esta ola tecnológica en constante evolución, ¿de qué manera se pueden utilizar y desarrollar más eficazmente estas tecnologías de memoria?