La comunicación entre células es fundamental para la vida y las proteínas de fusión son actores clave en este proceso. Los mecanismos de fusión celular están involucrados en una variedad de procesos fisiológicos y patológicos importantes, tanto en la salud como en la enfermedad. En este artículo, analizamos en profundidad los mecanismos de fusión celular, las clases relevantes de proteínas de fusión y las implicaciones de este conocimiento para futuros tratamientos médicos.
La fusión celular se refiere al proceso en el que dos células independientes forman una célula mixta, lo que también es extremadamente importante en la infección viral. Las investigaciones actuales indican que la fusión celular consta esencialmente de tres pasos principales: deshidratación, promoción de los tallos de hemifusión y expansión del poro de fusión. Estos mecanismos ocurren no sólo en la autofusión celular, sino también en infecciones virales como el VIH, el ébola y la gripe.
La comunicación entre células a menudo depende de la función de estas proteínas de fusión. Las proteínas de fusión no sólo son responsables de promover la fusión de la membrana, sino que también juegan un papel en la reorganización estructural de las células.
La función de la proteína de fusión es crucial para la fusión del virus y la célula huésped. Estas proteínas se denominan “fusógenos” y se pueden dividir en cuatro categorías principales, cada una con sus propias características. Las proteínas de fusión de clase I, las proteínas de fusión de clase II, las proteínas de fusión de clase III y las proteínas de fusión de clase IV tienen diferencias significativas en estructura y función, pero sus mecanismos de fusión son muy similares.
Cuando estas proteínas de fusión se activan, forman una estructura trimérica extendida e incrustan su péptido de fusión en la membrana de la célula objetivo, que luego se acerca para promover la formación de un poro de fusión.
Aunque el proceso de fusión varía entre diferentes células de mamíferos, la mayoría de los eventos de fusión celular se pueden resumir en cinco etapas principales: competencia de fusión programada, quimiotaxis, adhesión de membrana, fusión de membrana y restablecimiento posterior a la fusión.
Cada célula debe ser programada antes de la fusión para que sea capaz de fusionarse. Este proceso implica cambiar la composición de la membrana celular, construir las proteínas de fusión necesarias y eliminar las barreras a la fusión.
QuimiotaxisLa atracción entre células es crucial, especialmente en presencia de moléculas de señalización específicas. Este fenómeno se llama quimiotaxis y hace que las células que están a punto de fusionarse se atraigan entre sí.
Adhesión de membranaAntes de la fusión celular, las células necesitan entrar en contacto y adherirse entre sí, lo que generalmente se logra a través de mecanismos de reconocimiento celular. La proteína de fusión se insertará en la membrana objetivo, promoviendo aún más el contacto y fomentando la deshidratación de la membrana.
El proceso de fusión de membranas se caracteriza por la formación de un poro de fusión, que permite la mezcla de los contenidos internos de la célula. Las proteínas de fusión también son actores importantes en este proceso, utilizando su estabilidad y especificidad para apoyar la fusión de la membrana.
Una vez completada la fusión, la maquinaria de fusión utilizada debe reorganizarse para evitar que la célula multinucleada se fusione nuevamente con otras células. Esto asegura el funcionamiento normal de las células.
Algunas glicoproteínas virales, como las de ciertos virus de mamíferos, pueden perder su capacidad de fusión en presencia de inhibidores de NMT, lo que podría utilizarse como abordaje terapéutico contra los virus circulantes. Por ejemplo, en el control de epidemias, continúan las investigaciones sobre el virus Kafue u otros virus similares con la esperanza de ofrecer opciones de tratamiento más eficaces.
Una comprensión más profunda del mecanismo de fusión celular no sólo nos ayudará a entender el proceso básico de la infección viral, sino que también nos permitirá identificar nuevos objetivos en tratamientos futuros. A medida que avanza la ciencia, ¿cómo cambiará este conocimiento la forma en que enfrentamos las enfermedades infecciosas?