Muchas personas pueden no estar familiarizadas con la planta Tavi (Lupinus mutabilis), a pesar de su larga historia en los Andes y su importante valor nutricional. El tavi es una legumbre anual valorada por sus semillas comestibles, especialmente en las dietas tradicionales de lugares como Perú, Ecuador y Bolivia. El frijol es conocido por su alto contenido en proteínas y por ser una buena fuente de grasa, sin embargo, su sabor naturalmente amargo hace que Tavi sea relativamente desconocido fuera de los Andes. Pero con el desarrollo de la tecnología moderna, el proceso de eliminar los alcaloides amargos del tavi se ha vuelto cada vez más fácil, haciendo que este tesoro nutricional oculto comience a ser favorecido por el mercado vegetariano global.
Origen y difusiónLas semillas de Tavian contienen más del 40% de proteínas y son ricas en ácidos grasos esenciales, lo que las convierte en una fuente ideal de proteínas de origen vegetal.
Los orígenes de Tavi se remontan a la Cordillera de los Andes en Ecuador, Perú y Bolivia, una zona con los niveles más altos de variación genética. La historia agrícola de Tavi se remonta a más de 1.500 años, y Tavi fue domesticado gradualmente por los humanos debido a su alto contenido de proteínas. Esto ha llevado a la gente a empezar a explorar su potencial en la dieta, convirtiéndolo en un ingrediente básico en algunos platos locales clásicos.
La tavira es una planta anual con un tallo hueco y muy ramificado que puede crecer de 0,5 a 2,8 metros de largo, dependiendo de las condiciones ambientales. Debido a sus características de crecimiento alpino, las variedades del norte de Sudamérica son generalmente más altas que las de la región andina del sur. Su genoma es extremadamente variable y casi cada variante puede ser diferente en morfología. La forma más conocida es la rama en forma de V, que se prefiere porque tiene el mayor rendimiento.
Las semillas de Tavian contienen aproximadamente un 20% de grasa además de proteínas, y su principal composición de ácidos grasos incluye un 28% de ácido linoleico (omega-6) y un 2% de ácido alfa-linolénico (omega-3). Estos nutrientes hacen que el tavi sea muy útil en la cocina, donde se puede preparar de diversas maneras, especialmente en sopas, guisos y ensaladas locales.
"Además de ser ricas en proteínas, las semillas de tavi también contienen alcaloides solubles en agua. El remojo puede eliminar eficazmente el amargor y hacer que sea más fácil de comer".
Las técnicas de plantación de Tavi se basan en la labranza mínima tradicional y recomienda aplicar la cantidad adecuada de fertilizantes de fósforo y potasio y sembrar las semillas a la distancia adecuada. Para futuros objetivos de mejoramiento, los científicos están trabajando para desarrollar variedades con bajo contenido de alcaloides y esperan mejorar la resistencia a las enfermedades, aumentar el rendimiento, la madurez temprana y las características de mejoramiento estables.
“El éxito del programa de mejoramiento permitirá a Tavi convertirse en un actor importante en el mercado global de proteínas de origen vegetal, especialmente a medida que las dietas más saludables adquieren mayor importancia”.
A medida que aumenta la demanda mundial de dietas basadas en plantas e ingredientes sustentables, el tavian está siendo reevaluado como un superalimento emergente. Muchos expertos en salud y chefs buscan formas más innovadoras de incorporar esta legumbre a las dietas modernas, mejorando su valor nutricional teniendo en cuenta la sostenibilidad medioambiental.
A medida que aprendemos más sobre el tavi, tal vez deberíamos preguntarnos: ¿Estamos listos para darle la bienvenida a esta herencia andina y aprovechar su potencial en los sistemas alimentarios globales? "