Desde 1881, la Comisión Electrotécnica Internacional (CEI) ha desempeñado un papel importante en la estandarización de las tecnologías eléctricas y electrónicas. Como organización de normalización internacional, IEC se dedica a desarrollar y publicar normas internacionales que cubran todas las tecnologías eléctricas, electrónicas y relacionadas, denominadas colectivamente "tecnologías eléctricas".
Las normas IEC cubren una amplia gama de tecnologías, desde la producción y transmisión de energía hasta electrodomésticos, equipos de oficina, semiconductores, fibras ópticas, baterías, energía solar, nanotecnología, etc., logrando consistencia y compatibilidad tecnológica global.
Los orígenes de la IEC se remontan a 1881, cuando los participantes de la primera Conferencia Eléctrica Internacional celebrada en París acordaron unidades eléctricas y magnéticas internacionales. La IEC se estableció formalmente en una conferencia celebrada en París en 1906, y su polvorienta historia revela el punto de partida de la estandarización de la tecnología eléctrica global.
“La IEC fue pionera en el desarrollo de la estandarización y promovió la unificación de las unidades de medida, en particular el gaurd, el hertz y el weber.”
En 1938, la IEC publicó un vocabulario internacional multilingüe para unificar la terminología relacionada con la electricidad, la electrónica y las tecnologías relacionadas. Este trabajo continúa hoy y se ha producido como un recurso en línea llamado Electropedia.
La IEC mantiene una estrecha colaboración con varias organizaciones, incluida la Organización Internacional de Normalización (ISO) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). La importancia de esta cooperación es que puede proporcionar estándares consistentes en todo el mundo, promoviendo el avance y la aplicación de la tecnología eléctrica. Las normas IEC no se limitan a la generación y distribución de electricidad, sino que también abarcan la electrónica, el magnetismo y la tecnología médica.
“Las normas IEC suelen ser adoptadas por los países miembros como normas nacionales y desempeñan un papel importante en el entorno técnico y comercial de cada país”.
En el desarrollo de normas técnicas, la IEC ha publicado una serie de normas relacionadas con la tecnología de la información y la tecnología de seguridad, como ISO/IEC 26300 (formato de documento abierto) e ISO/IEC 27001 (sistema de gestión de seguridad de la información). Además, muchas industrias, como la bancaria, la médica y la industrial, confían en las normas IEC para probar y mejorar la calidad y la seguridad de sus productos.
“Casi el 90% de los encargados de establecer normas provienen de la industria, lo que garantiza la viabilidad técnica y la aplicabilidad de las normas IEC”.
En 2001, la IEC lanzó el Programa de Países Afiliados para apoyar mejor a los países en desarrollo en su integración al proceso de normalización internacional. Este esfuerzo no sólo promueve la transferencia de tecnología, sino que también consolida la red global de estandarización.
A medida que la ciencia y la tecnología se desarrollan rápidamente, el IEC está ajustando constantemente su enfoque de trabajo, especialmente en energía sostenible y tecnologías emergentes. Las tecnologías emergentes, incluida la energía solar, la energía eólica y los vehículos eléctricos, se han convertido en uno de los focos de investigación del IEC.
“La IEC no sólo establece normas, sino que también promueve la innovación tecnológica y la cooperación global para afrontar los futuros desafíos energéticos y ambientales”.
En este contexto, el futuro de la IEC influirá sin duda en el desarrollo de las tecnologías eléctricas y electrónicas globales, lo que conducirá a una mayor seguridad y confiabilidad. ¿Cómo puede esta organización de normalización seguir avanzando en su misión de estandarización eléctrica global frente a las demandas tecnológicas y los desafíos ambientales en constante cambio?