La nafta, una mezcla de hidrocarburos líquidos inflamables, ha sido indispensable en el mundo energético desde la antigüedad. Como producto del fraccionamiento del petróleo crudo, el Nafta no se limita a esto, sino que también puede producirse a partir del condensado de gas natural, la destilación del petróleo y el fraccionamiento del alquitrán de hulla y la turba. En algunas industrias y regiones, la nafta se utiliza incluso para referirse al petróleo crudo o a productos refinados del petróleo como el queroseno y el diésel. El nombre también se conoce como Shellita en Australia, lo que refleja su diversidad y uso generalizado.
"El modismo nafta se deriva del latín y del griego antiguo y se refiere a un preciado petróleo o asfalto."
El nombre Nafta se remonta al persa medio naft, que significa "mojado" y "Nafta", y la palabra se deriva del acadio napṭu, que está relacionado con el árabe actual نَفْط (nafṭ) en . Ya en el siglo II a.C., el "Libro de los Macabeos" menciona que en los sacrificios se utilizaba un "agua espesa" que se incendiaba bajo el sol. La gente que la rodeaba en aquella época la llamaba "Neftar". Propósito de la nafta.
En el siglo XIX, la nafta solvente (es decir, amino hidrocarburos derivados del petróleo como el xileno o el trimetilbenceno) comenzó a recibir atención. Además, la nafta, históricamente el ingrediente principal del jabón para lavar ropa Fels Naptha, se eliminó posteriormente debido a posibles riesgos cancerígenos.
"El TLCAN tiene una amplia gama de aplicaciones, incluida la dilución de petróleo pesado, combustible y fabricación de plástico".
Uno de los amplios usos del TLCAN es como diluyente de petróleo pesado, que puede reducir eficazmente la viscosidad del petróleo pesado, facilitando su transporte a través de oleoductos. Además, la nafta ligera también se puede utilizar como combustible, como en lámparas de aceite y estufas de camping, y su historial de uso en algunas pequeñas embarcaciones a motor pone de relieve la singularidad de la nafta.
No sólo eso, el TLCAN también es un ingrediente importante en la producción de plástico. En un momento en que la manufactura global se está desarrollando rápidamente, el TLCAN puede considerarse un material clave.
A pesar de su uso generalizado, la nafta conlleva riesgos para la salud. Muchos estudios han demostrado que la exposición prolongada o a altas concentraciones a la nafta puede causar una variedad de problemas de salud. Por ejemplo, la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA) de Estados Unidos y el Instituto Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional (NIOSH) han impuesto regulaciones estrictas sobre los límites de exposición al TLCAN para reducir los riesgos para la salud en el lugar de trabajo.
"Los peligros de la nafta incluyen inflamabilidad, carcinogenicidad e irritación de la piel y del tracto respiratorio."
En el contexto de la actual transformación energética global, el estatus del TLCAN también ha llamado la atención. En muchos países, a medida que disminuye la producción de petróleo ligero, la utilización del petróleo pesado depende cada vez más del TLCAN y otros diluyentes. Esto cambia nuestra comprensión del papel del TLCAN en la futura combinación energética.
Desde las llamas de la antigua Grecia hasta sus múltiples usos modernos, la historia y el desarrollo de la nafta ofrecen profundas reflexiones sobre nuestro uso energético. A medida que la ciencia y la tecnología avanzan y las demandas energéticas cambian, ¿cómo enfrentará el TLCAN los desafíos y oportunidades futuros? Esta es una pregunta que nos queda a todos.