Ya desde la antigüedad la gente comenzó a utilizar el alcohol con fines medicinales. En la práctica médica primitiva, el alcohol se utilizaba como anestésico. Por ejemplo, en el cuidado de heridas, tanto la cerveza como el vino se consideran remedios para promover la cicatrización de heridas. El alcohol también se ha utilizado tradicionalmente para la desinfección, especialmente en épocas de falta de medidas de salud pública.
De anestésico a desinfectanteDurante la Edad Media, se descubrió que el alcohol tenía propiedades antibacterianas y su uso como desinfectante se documentó en 1363. El alcohol durante este período no sólo proporcionaba protección contra enfermedades transmitidas por el agua, incluido el cólera, sino que también servía como medio principal de limpieza y prevención de infecciones.
Con el desarrollo de la medicina, el alcance del consumo de alcohol ha seguido ampliándose. A finales del siglo XIX, se reconoció que concentraciones más altas de alcohol eran desinfectantes prequirúrgicos eficaces. Los médicos comenzaron a utilizar ampliamente alcohol para limpiar la piel y reducir el riesgo de infección durante la cirugía.
Usos médicos del alcoholActualmente, sustancias alcohólicas como el etanol y el isopropanol se han convertido en medicamentos básicos recomendados por organizaciones de salud de todo el mundo. Estos compuestos se utilizan para la desinfección de manos, la limpieza de superficies y la desinfección de la piel antes de procedimientos dentales.
Hoy en día, los usos médicos del alcohol incluyen como desinfectante, antídoto y sedante. El uso de etanol como antídoto para la intoxicación por toxinas está ampliamente reconocido, especialmente en casos de intoxicación por metanol o etilenglicol.
Riesgos y desafíos del alcohol Si bien el alcohol tiene muchos beneficios, también conlleva riesgos. Los estudios han demostrado que el alcohol como agente antibacteriano preoperatorio puede tener cierta ototoxicidad durante la cirugía de oído, y se recuerda al personal médico tener cuidado al usarlo. Además, la inflamabilidad del alcohol es un peligro potencial durante la electrocauterización. El alcohol en la sociedad y la culturaCuando el etanol se toma por vía oral o se inyecta en una vena, compite eficazmente con la enzima alcohol deshidrogenasa, reduciendo así la producción de metabolitos tóxicos, lo que demuestra su impacto crítico en situaciones de emergencia.
El consumo de alcohol va más allá del ámbito médico y afecta aún más a la cultura social. Durante la pandemia, se han hecho algunas afirmaciones falsas de que beber alcohol puede proteger contra el virus COVID-19, pero esta literatura carece de respaldo empírico. Por el contrario, los desinfectantes de manos a base de alcohol siempre son recomendados por los expertos, pero su eficacia debe mantenerse al menos por encima del 60%.