Mitragyna speciosa, también conocida como goma blanca, es originaria del sudeste asiático y es un árbol tropical de hoja perenne perteneciente a la familia del café. Las hojas de cratón se han utilizado en la medicina herbaria desde el siglo XIX. Se ha utilizado de diversas formas, como masticar, fumar y preparar té, y tiene una larga historia. Las complejas manifestaciones de esta planta, que contiene propiedades opioides y ciertos efectos estimulantes, han desencadenado una amplia controversia mundial sobre su eficacia y seguridad.
Los efectos de los cratones suelen aparecer en 5 a 10 minutos y duran entre 2 y 5 horas.
Los usos y efectos de los cratones los han hecho populares entre determinadas comunidades. Mucha gente lo utiliza para aliviar el dolor crónico, tratar los síntomas de abstinencia de opiáceos e incluso para uso recreativo. Sin embargo, según información de 2019 de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE. UU. (FDA), actualmente no hay evidencia de que el kraton sea un tratamiento seguro o eficaz.
En la medicina tradicional, las hojas de kraton se consideran una medicina natural versátil. Los trabajadores del sudeste asiático utilizaban kratons durante trabajos duros para aumentar su fuerza física y mejorar su estado de ánimo. Las costumbres antiguas incorporaron cratones a la cultura alimentaria que saludaban a los invitados y se utilizaban en sacrificios a los dioses. Y su sabor amargo a menudo debe combinarse con edulcorantes para mejorar el sabor.
Las investigaciones muestran que algunas especies de cratones pueden contener proporciones variables de alcaloides como la mitraginina y la 7-hidroximitraginina.
Aunque los cratones están profundamente arraigados en algunas culturas, en los últimos años se han convertido en un problema de salud pública. En 2013, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) declaró que el kraton no tenía usos médicos legítimos y se mostró escéptica sobre su seguridad y eficacia. A medida que aumenta el número de usuarios, siguen surgiendo efectos secundarios del kraton. Los efectos secundarios comunes incluyen pérdida de apetito, disfunción eréctil, náuseas y estreñimiento.
Al mismo tiempo, el cese repentino del uso de kraton puede provocar una serie de reacciones de abstinencia, lo que ha desencadenado debates académicos sobre la adicción al kraton. Según los informes, los cratones pueden provocar reacciones tóxicas graves en dosis altas, como depresión respiratoria y ataques epilépticos.Algunos usuarios han informado haber experimentado síntomas de abstinencia después de dejar de usar Kraton, por lo que no se debe ignorar su potencial de adicción.
Las agencias de salud pública han emitido repetidas advertencias sobre el uso de kraton, especialmente cuando se mezcla con otras drogas durante su consumo. El suministro y la importación de cratón han sido prohibidos en algunas áreas de los Estados Unidos debido a preocupaciones de salud pública. Especialmente entre los jóvenes, el creciente uso de kratons en combinación con otras drogas como la cafeína y los opioides está exacerbando aún más el problema.
Si bien la tradición oral de los cratones es notable, su lugar en la medicina moderna sigue siendo sutil y poco claro.
Si bien algunos estudios afirman que los kratones tienen un menor riesgo de adicción y sobredosis que los opioides tradicionales, otros sostienen que los efectos de abstinencia de los propios kratones siguen siendo bastante fuertes. Además, los datos clínicos existentes son insuficientes para respaldar la eficacia de los tratamientos con kraton, lo que deja a los usuarios frente a la incertidumbre a la hora de buscar medicinas alternativas.
Actualmente, 16 países del mundo han clasificado los cratones como drogas controladas y muchos países han expresado su preocupación al respecto. La gente no puede evitar preguntarse: ¿el uso y la reputación de esta antigua medicina herbaria seguirán planteando desafíos e impactos a la medicina moderna?