En el cerebro humano, el fascículo uncinado es una importante conexión de materia blanca que conecta múltiples áreas clave relacionadas con las emociones, la memoria y la toma de decisiones. Aunque su función específica no se comprende completamente, se ha demostrado que el fascículo uncinado se ve afectado en una variedad de estados psiquiátricos y es una de las últimas fibras de la materia blanca en madurar. Esto hace que el estudio del fascículo uncinado sea un tema importante en la neurociencia, especialmente cuando se trata de comprender la compleja relación entre el comportamiento humano y las emociones.
El fascículo uncinado tiene forma de gancho y conecta la parte frontal del lóbulo temporal y la parte inferior del lóbulo prefrontal. Este tracto de fibras se origina en la parte anterior del lóbulo temporal y la amígdala, se curva hacia arriba, evita la cápsula externa, se extiende medialmente hasta la corteza insular y finalmente ingresa a la parte posterior de la circunvolución preorbitaria. La longitud promedio del fascículo uncinado en adultos es de aproximadamente 45 mm, y su volumen es de 1504,3 ± 150,4 mm³ en machos y 1378,5 ± 107,4 mm³ en hembras, mostrando diferencias entre sexos.
El fascículo uncinado se considera una vía bidireccional entre los lóbulos temporal y frontal y tradicionalmente se ha considerado parte del sistema límbico. La investigación sugiere que el fascículo uncinado permite que las representaciones de la memoria almacenadas en el lóbulo temporal interactúen con la guía para la toma de decisiones en el lóbulo frontal. Los estudios que utilizan técnicas de imágenes con tensor de difusión (DTI) han mostrado una mayor anisotropía en el lado izquierdo que en el derecho, lo que puede estar relacionado con la especialización del hemisferio izquierdo para el lenguaje. A pesar de esto, los experimentos de estimulación eléctrica realizados con él no afectaron la función del lenguaje, lo que puede indicar que su papel en la función del lenguaje no es significativo.
Se ha demostrado que el fascículo uncinado desempeña un papel en ciertos tipos de procesos de aprendizaje y memoria, particularmente en el aprendizaje inverso y el aprendizaje por prueba y error.
El fascículo uncinado tiene el período de maduración más largo en desarrollo y no alcanza el desarrollo completo hasta los 30 años. En niños prematuros de 12 años, las anomalías en el fascículo uncinado anterior izquierdo se asociaron positivamente con el coeficiente intelectual verbal y completo. Además, en niños de 10 años que experimentaban privación socioemocional, el fascículo uncinado izquierdo mostró una anisotropía más baja, lo que puede estar relacionado con sus dificultades cognitivas y conductuales.
Las anomalías estructurales del fascículo uncinado están relacionadas con una variedad de enfermedades neuropsiquiátricas, especialmente la ansiedad social y la esquizofrenia. Sin embargo, la reproducibilidad de estos hallazgos no es ideal y su asociación con enfermedades específicas no está clara. No obstante, los cambios microestructurales en el fascículo uncinado se han asociado consistentemente con comportamiento antisocial y estados psicóticos. Por ejemplo, ciertas regiones neurales de los lóbulos frontal y temporal conectadas al fascículo uncinado muestran un volumen reducido en el trastorno de personalidad antisocial. Casos famosos incluyen al trabajador ferroviario Phineas Gage, quien se lesionó su fascículo uncinado en un accidente, provocando que su personalidad cambiara por completo, volviéndolo impulsivo y tomando malas decisiones.
Las anomalías en el fascículo uncinado están estrechamente asociadas con enfermedades como la enfermedad de Alzheimer, la amnesia semántica y la epilepsia del lóbulo temporal.
La investigación revela que, aunque el fascículo uncinado puede no desempeñar un papel importante en algunas afecciones psiquiátricas o su impacto no está claro, su vulnerabilidad en el desarrollo y sus cambios estructurales pueden explicar una variedad de problemas cognitivos y de comportamiento. Ya sea durante el desarrollo normal o bajo influencia patológica, la salud del fascículo uncinado es siempre la clave para comprender el comportamiento humano. Las investigaciones futuras deberían centrarse en explorar cómo factores estresantes o ambientales específicos afectan este constructo y comprender mejor su papel e influencia en el comportamiento. Entonces, ¿todavía hay secretos por descubrir sobre cómo el fascículo uncinado da forma a nuestra memoria y toma de decisiones?