La inversión inmobiliaria se ha convertido en el núcleo de los flujos de capital globales en los últimos años, ya sea por la proporción de la riqueza de los hogares en China o por las transacciones cada vez más frecuentes en los mercados internacionales, está redefiniendo la forma en que los inversores ven y gestionan el capital. Desde el apalancamiento financiero hasta una variedad de fuentes de financiación, estos factores se combinan para impulsar el auge de la inversión inmobiliaria. ¿Por qué la inversión inmobiliaria moderna es tan atractiva en el clima económico actual?
“Los diferentes entornos de mercado requieren que los inversores evalúen rigurosamente cada oportunidad inmobiliaria. Estas oportunidades no son sólo el uso del capital, sino también la acumulación de riqueza a largo plazo”.
Desde la década de 1980, los fondos de inversión inmobiliaria se han involucrado cada vez más en el desarrollo inmobiliario internacional, un cambio que ha convertido a los bienes raíces en una clase de activo global. Especialmente a principios del siglo XXI, a medida que la inversión inmobiliaria internacional se hizo más popular, también aumentó la disponibilidad y calidad de la información sobre los mercados inmobiliarios en diferentes países. En China, alrededor del 70% de la riqueza de los hogares se invierte en bienes raíces, lo que resalta la importancia de la inversión inmobiliaria en el sistema económico global.
En función de los diferentes riesgos financieros, la inversión inmobiliaria se puede dividir en tres tipos: básica, de valor añadido y oportunista. Las categorías de bienes raíces comunes incluyen propiedades residenciales, comerciales e industriales. Estas inversiones requieren que los inversores no sólo tengan buenos conocimientos del mercado, sino también un conocimiento profundo de la singularidad y ubicación de la propiedad.
“Cada propiedad inmobiliaria es única, por lo que sus métodos de valoración y valoración variarán según las circunstancias.”
Los mercados inmobiliarios en la mayoría de los países no están tan organizados ni son tan eficientes como otros vehículos de inversión más líquidos, lo que hace que la valoración de los bienes raíces sea más desafiante. En el caso de los bienes raíces residenciales, la seguridad del vecindario y la cantidad de servicios circundantes tienen un impacto directo en el valor de la propiedad. Antes de invertir en bienes raíces, un paso necesario es una evaluación detallada de la propiedad. Por lo general, esto implica recopilar documentos de propiedad, realizar una inspección in situ y evaluar la propiedad mediante comparaciones con propiedades similares en el mercado.
Los activos inmobiliarios suelen ser caros y los inversores generalmente no pagan en efectivo el precio de compra de toda la propiedad. En cambio, la mayor parte del precio se financiará mediante algún tipo de instrumento financiero o deuda. La parte de financiación aquí es el apalancamiento del rendimiento. Diferentes inversores tendrán diferentes estrategias de financiación, como utilizar inversores de capital privado para gestionar la escala o utilizar plataformas de financiación colectiva para obtener el capital social necesario.
“La adquisición apalancada de bienes raíces puede amplificar aún más el rendimiento de la inversión, pero también aumenta el riesgo de flujo de capital”.
Los bienes inmuebles pueden generar ingresos de diversas formas, incluidos ingresos operativos netos, refugio fiscal, revalorización del capital y revalorización del capital. Entre ellos, los ingresos operativos netos provienen principalmente de alquileres y otros ingresos ordinarios, y deducen los gastos operativos continuos. La apreciación del capital se produce cuando el valor de una propiedad aumenta con el tiempo y el flujo de caja obtenido es muy impredecible. Muchos inversores suelen considerarlo como una especie de planificación de la inversión.
A medida que la economía cambia y las perspectivas se vuelven cada vez más inciertas, muchos inversores sin experiencia enfrentan muchos desafíos. El aumento de los alquileres y la desigualdad económica en ciudades que parecen luces de neón hacen que la vivienda ya no sea una inversión segura. Los cambios de política y las fluctuaciones en la situación económica mundial son variables en el desarrollo futuro del mercado inmobiliario. En esencia, los inversores no sólo necesitan tener excelentes capacidades profesionales, sino también ser flexibles y adaptables.
“El éxito o el fracaso de la inversión inmobiliaria a menudo depende de la incertidumbre del entorno externo y de la propia capacidad para afrontar los desafíos”.
Ante un mercado cada vez más complejo, ¿cómo evolucionarán las oportunidades de inversión inmobiliaria en el futuro? ¿Podrán los inversores aprovechar estas oportunidades para obtener mayores rentabilidades?