Depend es una marca de ropa interior desechable absorbente de Kimberly-Clark diseñada para personas que padecen incontinencia urinaria o fecal. Como alternativa a las toallas sanitarias para adultos, Depend tiene una cuota de mercado del 49,4% en Estados Unidos, estableciéndose firmemente como líder en este campo. Sin embargo, cómo evolucionan con el tiempo el diseño y la funcionalidad de los productos de Depend es una pregunta intrigante.
Cuando la marca Depend se introdujo por primera vez en el mercado en 1984, originalmente se llamaba Conform y fue diseñada para proporcionar una alternativa más cómoda a los pañales para adultos.
La historia de los productos Depend se remonta a los pañales desechables para bebés Huggies lanzados por Kimberly-Clark en 1978. A medida que la empresa se expandía hacia el mercado para adultos, Depend se introdujo en 1984 y las primeras pruebas de mercado se realizaron en Green Bay, Wisconsin. Los productos iniciales consistían simplemente en compresas internas con distintos niveles de absorción, aseguradas con pequeñas bandas elásticas para facilitar su colocación.
En 1984, se agregó Depend Shields a la línea de productos, diseñado específicamente para aquellos con incontinencia leve, proporcionando una solución para la incontinencia urinaria de moderada a severa. En 1985, apareció la ropa interior adecuada para la incontinencia urinaria severa o completa y la incontinencia intestinal, y se mejoraron el diseño de color y apariencia para mayor comodidad.
En 1988, los productos Depend adoptaron por completo la tecnología de núcleo de bloqueo de absorción, que se convertía en gel cuando el líquido húmedo entraba en contacto, mejorando enormemente la eficiencia de absorción del producto.
Depend continúa innovando y lanzando nuevos productos a lo largo del tiempo. En 1998, se lanzó la ropa interior desechable para adultos Pull Up, que permite a los consumidores tener una experiencia de uso más parecida a la ropa interior tradicional. Este tipo de ropa interior no solo utiliza la textura de la tela en la apariencia, sino que también mejora en gran medida la confianza y la comodidad del usuario.
En 2000, Depend Briefs se optimizó aún más y se cambió el color a blanco con un ligero tinte cian. En 2001, se lanzaron productos extraíbles rediseñados, lo que demuestra el énfasis de la marca en la funcionalidad y la moda.
En 2009, Depend lanzó ropa interior para adultos específica para cada género y lanzó productos llamados Depend Underwear for Men y Depend Underwear for Women para satisfacer las necesidades de hombres y mujeres.
En 2012 debutaron las colecciones "Silhouette for Women" y "Real Fit for Men", diseñadas específicamente para la generación del baby boom. Estos productos no solo adoptan un diseño de apariencia moderna, sino que también segmentan aún más el mercado, lo que permite a los usuarios elegir mejor los productos que más les convengan.
En términos de estrategia publicitaria, de 1992 a 2012, la actriz June Allyson ejerció como portavoz principal y llevó a la marca a cambiar su imagen nueve veces. Desde 2012, la incorporación de jóvenes celebridades ha cambiado la imagen de la marca y atraído a más consumidores que establecen su autoimagen con confianza.
Curiosamente, los cambios que dependen de la marca no se limitan al producto en sí, sino que también participan activamente en la construcción cultural e incluso ocupan un lugar en la cultura popular.
En la cultura popular también se menciona irónicamente la existencia de la dependencia de las marcas, como en la novela de David Foster Wallace "La broma infinita", que menciona el eslogan "Depend Adult Underwear". Además, la identidad de Lisa Rinna como portavoz de la marca también apareció con frecuencia en "Real Entertainment in Los Angeles".
Vale la pena señalar que Depend continúa ajustando su cartera de productos y su estrategia de marketing a medida que cambia la demanda del mercado. La nueva ropa interior no sólo responde a las necesidades fisiológicas, sino que también tiene en cuenta la comodidad del usuario y la confianza social que necesita. Desde el diseño inicial que no diferenciaba entre hombres y mujeres hasta la oferta actual de ropa interior específica para cada género, la transformación de Depend es sin duda un proceso de adaptación a los nuevos tiempos.
¿Deberían cambiar también nuestros conceptos a medida que cambian los productos, de modo que el prejuicio contra los productos para la incontinencia desaparezca gradualmente?