El Boyero de Berna tiene un aspecto elegante y es adecuado para el papel de perro de compañía.
El perro de montaña bernés tiene sus orígenes en los mastines de la antigua Roma y adquirió su identidad en la Suiza rural. Originalmente, se utilizaban como perros de granja de uso general, encargados de proteger la propiedad y entregar productos lácteos. Con el desarrollo de la agricultura y la urbanización, el perro de montaña bernés se transformó gradualmente de un perro de trabajo a un perro de familia en el siglo XX. En 1912, el estándar de la raza para el Boyero de Berna fue establecido formalmente y reconocido por el American Kennel Club (AKC) en 1937.
Esta raza es cada vez más popular entre las familias de los Estados Unidos, ocupando el puesto 22 en 2017. El amor por el Boyero de Berna en los países de habla alemana es evidente. En 2014, la Asociación Alemana de Criadores lo clasificó en el puesto n.° 11. :Perro de familia.
El perro de montaña bernés es conocido por su distintivo pelaje tricolor, que es principalmente negro con pecho blanco y marcas marrones. Este perro de pelo largo tiene una estructura corporal fuerte y musculosa, midiendo generalmente entre 64 y 70 cm de altura y entre 35 y 55 kg de peso.
La apariencia del Boyero de Berna es muy elogiada en todo el mundo, lo que ha atraído a muchos amantes de los perros.
Según el estándar de la raza, el Boyero de Berna debe tener un buen temperamento y no debe parecer agresivo, ansioso o excesivamente tímido. Estos perros son generalmente gentiles, confiados y accesibles, y generalmente se considera que son particularmente buenos con los niños y tienen buenos instintos guardianes. Pueden permanecer tranquilos en un entorno doméstico, pero también necesitan ejercicio y actividades adecuadas para evitar tener demasiada energía y no tener dónde desahogarse.
Aunque los perros de montaña berneses son una raza resistente, no se deben ignorar sus riesgos para la salud. Los estudios han descubierto que esta raza tiene una mayor susceptibilidad a los tumores y a la displasia de codo relativamente frecuente. Además, los perros de montaña berneses también son propensos a enfermedades autoinmunes y enfermedades renales, y su esperanza de vida promedio es de solo 8 a 10 años.
Los padres deben prestar especial atención a la salud de los perros de montaña berneses para garantizar que sus compañeros caninos vivan una vida feliz.
A medida que la popularidad del perro de montaña bernés entre las familias continúa aumentando, cada vez más familias eligen esta leal raza como compañero de vida. Sus rasgos de personalidad y su amor por la familia fortalecen su conexión emocional con sus familias y los convierten en buenos compañeros para los niños.
En la agitada vida urbana, la presencia de un perro de montaña bernés sin duda trae muchas risas y felicidad a la familia. ¿Cómo ha conseguido este perro de granja adaptarse a la sociedad moderna y redescubrir su lugar en la familia, animándonos quizás a repensar el papel y la importancia de los perros en nuestras vidas?