A medida que envejecemos, la mejora en nuestra capacidad para regular las emociones no sólo afecta nuestra expresión emocional, sino que también tiene un profundo impacto en nuestras interacciones sociales y nuestra salud mental. Desde la impotencia en la infancia hasta las luchas emocionales en la adolescencia, ¿cómo nos moldea el desarrollo de la regulación de las emociones?
Regulación de las emociones: definición e importanciaLa regulación emocional se refiere a la capacidad de un individuo para gestionar y ajustar eficazmente las respuestas emocionales al enfrentar diversas situaciones. No se trata sólo de controlar tu desempeño emocional, sino también de cómo identificar, evaluar y cambiar tus respuestas emocionales. La regulación de las emociones ayuda a las personas a adaptarse a su entorno, promueve relaciones saludables y reduce el riesgo de problemas de salud mental.
El desarrollo de la regulación emocional: desde la infancia hasta la adolescencia"El proceso de regulación de las emociones puede verse como parte de un proceso psicológico humano complejo: desde las reacciones fisiológicas instintivas hasta las interacciones sociales extensas, cada etapa tiene sus propios desafíos y logros únicos".
En la infancia, la regulación de las emociones depende principalmente de respuestas fisiológicas internas. Durante los primeros tres meses de vida, los bebés pueden afrontar la angustia mediante conductas de autoconsuelo (como chupar) y expresando sus emociones. A medida que sus cerebros y habilidades motoras se desarrollan, los bebés aprenden gradualmente a realizar acciones como distraerse y buscar consuelo en sus seres queridos. Los cuidadores tienen una profunda influencia en la regulación de las emociones de los bebés, y las relaciones de apego seguras ayudan a los bebés a aprender estrategias de regulación de las emociones.
A medida que crecen, los niños pequeños comienzan a utilizar estrategias más positivas para afrontar sus emociones. Los niños de dos años ya utilizan activamente estrategias de regulación de las emociones, como mecerse o bajar la cabeza para reducir la agitación. En este punto, el apoyo externo sigue siendo crucial y los cuidadores pueden ayudar a los niños pequeños a regular los problemas distrayéndolos, por ejemplo, ayudándolos a olvidar una experiencia desagradable con un pinchazo de aguja.
A medida que los niños entran en la edad escolar, comienzan a comprender las reglas sociales para expresar emociones y son capaces de regular sus emociones para ajustarse a las expectativas sociales. Los niños, en particular, entre los seis y los diez años, empiezan a utilizar estrategias cognitivas de nivel superior para afrontar las emociones. Durante este proceso, si los niños se enfrentan con frecuencia a emociones negativas, les resultará más difícil regularlas.
“El desarrollo de la regulación de las emociones en la infancia suele estar influenciado por el entorno familiar, y los niños que están expuestos con frecuencia a emociones negativas pueden enfrentarse a retos difíciles a la hora de gestionar sus emociones”.
La adolescencia es un período de mayor volatilidad emocional y los cambios psicológicos y fisiológicos plantean a los adolescentes nuevos desafíos para regular sus emociones. Frente a la presión de grupo y a problemas de autoidentidad, los adolescentes necesitan aprender a expresar sus emociones de forma adecuada y utilizar diferentes estrategias de regulación. La capacidad de regular las emociones en esta etapa tiene un profundo impacto en la salud mental. Los estudios han demostrado que una regulación disfuncional de las emociones puede estar significativamente asociada con problemas como la ansiedad y la depresión.
Las estrategias de regulación de las emociones se pueden dividir en dos categorías: regulación anticipatoria y regulación reactiva. El primero adopta estrategias para influir en el proceso de generación de emociones antes de que se produzca la respuesta emocional, como seleccionar una situación, cambiar la situación o utilizar el despliegue de la atención; el segundo realiza ajustes después de que se ha generado la respuesta emocional, como inhibir la expresión emocional o regulación de las reacciones fisiológicas.
Conclusión"Las buenas estrategias de regulación emocional se utilizan ampliamente en psicoterapia, y diferentes enfoques como la terapia cognitiva conductual y la terapia dialéctica conductual enfatizan la importancia de la comprensión y el manejo de las emociones".
Desde la infancia hasta la edad adulta, el desarrollo de la regulación de las emociones es una parte importante del crecimiento humano. Ya sea a través de la autorregulación a nivel fisiológico o de la gestión emocional en las interacciones sociales, esta capacidad es esencial para mejorar la salud mental y afrontar los desafíos de la vida. En este mundo que cambia rápidamente, ¿podemos comprender y regular mejor nuestras emociones?