Los reflejos cutáneos no sólo juegan un papel en la respuesta rápida, sino que también tienen un potencial importante en la terapia de rehabilitación.
La reflexión es una parte importante de nuestras actividades diarias. Cuando nuestra mano toca la sartén caliente, una acción refleja rápida tira de nuestra mano hacia atrás, lo cual es el resultado de la vía refleja en funcionamiento. El arco reflejo está formado por una serie de neuronas que transmiten la información sensorial recibida de las neuronas sensoriales a las neuronas motoras, lo que nos impulsa a reaccionar.
Los reflejos se pueden dividir en reflejos monosinápticos y reflejos polisinápticos. Los reflejos monosinápticos se ejemplifican con el reflejo rotuliano, mientras que al caminar y correr entran en juego diferentes reflejos. Por ejemplo, cuando caminamos, se activan los nervios sensoriales que estimulan nuestros músculos y la latencia de estos reflejos refleja su complejidad.
Receptores y reflejos de la piel Los receptores de la piel son un tipo de receptores sensoriales que detectan estímulos como el tacto, la presión, el dolor y la temperatura. Son los encargados de responder al entorno externo durante la marcha, como por ejemplo cuando pisamos un clavo, retirando rápidamente el pie lesionado y desplazando el centro de gravedad hacia la otra pierna para mantener el equilibrio. Roles funcionales Los reflejos cutáneos proporcionan una respuesta funcional a las perturbaciones que se producen al caminar. Estas respuestas dependen de qué nervios de la piel se estimulan. Por ejemplo, cuando la parte superior de nuestro pie golpea un obstáculo, los nervios se activan, impulsándonos a levantar las piernas para evitar tropezar.Diferentes nervios tienen diferentes funciones durante la marcha. Durante la marcha, la estimulación del nervio peroneo superficial hace que la pierna se eleve para superar obstáculos, mientras que la estimulación del nervio tibial produce una actividad muscular diferente durante las distintas fases del ciclo de la marcha, y la estimulación del nervio sural ajusta la estabilidad y la flexibilidad del pie.
La estimulación del nervio superficial no sólo afecta a los brazos, sino también a los movimientos de las piernas al caminar, mostrando la coordinación e interacción entre las extremidades.
La magnitud de la respuesta del reflejo de incisión está modulada por una serie de variables, incluida la complejidad y el desafío del movimiento. Cuando nos enfrentamos a un entorno inestable, el reflejo se potencia para mejorar la estabilidad de la marcha.
Potencial para aplicaciones clínicasLa técnica de regulación del reflejo incisional ha demostrado potencial en el entrenamiento de rehabilitación de pacientes con disfunción de miembros inferiores. Por ejemplo, en pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular, al estimular los nervios de las extremidades superiores, se pueden mejorar los reflejos de las extremidades inferiores, mejorando así su marcha.
Cada vez que caminamos, parece como si se estuviera produciendo de forma invisible una compleja colaboración neuronal. ¿Qué asombroso potencial se esconde tras los secretos de estas reflexiones?