La formación de petróleo y gas natural comenzó hace millones de años, cuando la materia orgánica antigua se transformó bajo alta presión y temperatura, y finalmente evolucionó hasta convertirse en los combustibles fósiles que conocemos. Este proceso no sólo es fascinante desde el punto de vista geológico, sino que también tiene profundas consecuencias para el suministro mundial de energía. El gas natural, como combustible fósil limpio, esconde muchos misterios desconocidos en su proceso de producción y refinación.
El gas natural a menudo coexiste con el petróleo, ya que ambos se originan en el mismo proceso geológico de craqueo térmico. Cuando los sedimentos orgánicos se entierran a gran profundidad y se exponen a temperatura y presión suficientes, se convierten en gas natural. En términos generales, los sedimentos ubicados entre 1.000 y 6.000 metros de profundidad producirán petróleo, mientras que los sedimentos más profundos y más cálidos tienen más probabilidades de producir gas natural.
Un área sedimentaria rica en petróleo se llama campo petrolero, mientras que un área dominada por gas natural es un campo de gas natural.
Los campos de gas natural, como el campo South Pars, compartido por Irán y Qatar, son los más grandes del mundo, seguidos de cerca por los campos rusos de Urungoy y Janburg. La extracción de dichos recursos no se limita a la tierra. Muchos yacimientos de gas natural también se encuentran bajo el mar, lo que requiere tecnologías especiales de extracción y transporte.
Cuando un estudio geológico inicial apunta a un área donde puede haber petróleo y gas, los geólogos realizan evaluaciones adicionales. El procedimiento habitual implica realizar estudios sísmicos para determinar el tamaño de las posibles áreas de almacenamiento de petróleo. Sobre esta base, los pozos de evaluación se utilizan para determinar la ubicación específica del punto de contacto petróleo-agua, lo que permite a los expertos de la industria estimar las reservas con mayor precisión.
Según algunos estudios, las estructuras geológicas que almacenan petróleo y gas a menudo no son homogéneas.
La diversidad y variabilidad de los yacimientos complica la evaluación de la producción potencial, lo que requiere el uso de tecnología de simulación por computadora. La colaboración entre geólogos, geofísicos e ingenieros de yacimientos ayudará a establecer una plataforma para mejorar la evaluabilidad de los recursos.
La extracción de gas natural requiere perforar agujeros en la corteza terrestre, aunque existen afloramientos naturales en algunas áreas como Labre Tar Pits en California. A medida que avanza la minería, la presión en el yacimiento disminuye, lo que afecta el rendimiento del recurso. Por lo tanto, se introducen muchas técnicas como inyección de gas, inyección de agua, etc. para mantener la presión dentro del yacimiento.
Una nueva tecnología y costos de producción relativamente bajos, junto con el descubrimiento de nuevos depósitos, hacen que las actividades mineras sean más factibles.
En el proceso de extracción de gas natural del fondo marino, muchas tecnologías enfrentan desafíos técnicos y de costos. Por ejemplo, los altos gastos de construcción y operación de las instalaciones costa afuera ejercen presión sobre las actividades de extracción.
Aunque el gas natural se considera un combustible fósil más limpio que el petróleo y el carbón, su extracción y transporte todavía tienen un cierto impacto en el medio ambiente. A medida que crece el interés en la energía renovable, la dependencia del mercado del gas natural puede cambiar.
A medida que la demanda mundial de energía continúa aumentando, tenemos que preguntarnos: ¿Cómo deberíamos ver el papel del gas natural durante esta transición mientras buscamos soluciones energéticas más sostenibles?