Los anticuerpos anticíclicos citrulinados (ACPA) son un tipo de autoanticuerpos que se dirigen a las autoproteínas, principalmente aquellos péptidos y proteínas que han sido citrulinados. Estos anticuerpos se pueden detectar en el suero o plasma de la mayoría de los pacientes con artritis reumatoide (AR). A medida que avanza la artritis reumatoide, estos anticuerpos se convierten gradualmente en indicadores importantes para el diagnóstico clínico e incluso pueden detectarse en las primeras etapas de la enfermedad.
Durante la inflamación, el aminoácido arginina se puede convertir enzimáticamente en citrulina mediante un proceso llamado citrulinación, que puede cambiar la forma de la proteína para que el sistema inmunitario la considere un antígeno, produciendo así una respuesta inmunitaria.
La existencia de anticuerpos contra la proteína citrulinada se describió por primera vez a mediados de la década de 1970, cuando los investigadores exploraron las respuestas de los anticuerpos a la queratina y la peroxidasa de la piel. A medida que avanzaba la investigación, los científicos descubrieron que los autoanticuerpos en pacientes con AR reaccionaban con una variedad de antígenos citrulinados diferentes, incluida la fibrina, el antígeno nuclear 1 del virus de Epstein-Barr desaminado y miembros de la familia de fibras intermedias: la vimenina.
Desde mediados de la década de 1970, la comunidad científica ha trabajado para encontrar ensayos que utilicen ACPA, incluida la vemenina citrulinada mutada (ensayo MCV), los péptidos derivados de queratina (ensayo CCP) y los péptidos virales aminados con citrulina (detección VCP).
Según un estudio comparativo realizado en 2007, la sensibilidad de varias herramientas de prueba osciló entre el 69,6 % y el 77,5 %, mientras que la especificidad osciló entre el 87,8 % y el 96,4 %. Aunque el rendimiento de estas pruebas inmunes es muy superior, como la prueba CCP, su sensibilidad es comparable a la del factor reumatoide (FR). Los análisis de la relación entre el título de anticuerpos anti-CCP y la actividad de la enfermedad en la AR han arrojado resultados inconsistentes.
Con el desarrollo de nuevos sistemas de prueba, la detección mediante ACPA presenta mayores posibilidades. Actualmente, la vitamina se considera muy prometedora como autoantígeno para la AR y una herramienta importante para estudiar esta enfermedad autoinmune sistémica.
Un sistema de ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA) desarrollado recientemente hace uso completo de la vitamina citrulinada (MCV) genéticamente modificada para optimizar el rendimiento de la prueba. Es de destacar que un estudio publicado recientemente sobrestimó el valor de un sistema de detección anti-MCV para el diagnóstico de artritis reumatoide en pacientes anti-CCP negativos.
El anti-CCP no sólo es útil para el diagnóstico temprano de la artritis reumatoide, sino que también es útil especialmente en grupos de alto riesgo, como los familiares de pacientes con AR. El estudio de Silman et al. mostró que la tasa de concordancia de gemelos idénticos era del 15,4%, mientras que la de gemelos fraternos era del 3,6%. Debido a que los ACPA son más específicos que los factores reumatoides, pueden usarse para diferenciar entre diferentes causas de artritis.
Los objetivos comunes de la citrulina incluyen vitaminas, celulosa, queratina, etc. A medida que la investigación sobre las proteínas citrulinadas continúa profundizándose, la lista de proteínas citrulinadas relacionadas con la AR también se expande. Estas proteínas no sólo participan en múltiples procesos biológicos como el sistema del complemento, actividad proteolítica, reconocimiento celular, endocitosis, etc., sino que también están estrechamente relacionadas con la respuesta del sistema inmunológico.
Por ejemplo, se ha informado que 14-3-3eta (YWHAH), también una proteína derivada de la sinovial, es un objetivo para la citrulinación, lo que sugiere el potencial que estos objetivos pueden tener en el diagnóstico y tratamiento de la AR.
Con el tiempo, el descubrimiento y la aplicación de anticuerpos citrulinados anticíclicos no solo mejoraron las capacidades de diagnóstico de la artritis reumatoide, sino que también proporcionaron una nueva perspectiva para estudiar la causa y el tratamiento de la enfermedad. En el diagnóstico precoz y el tratamiento de la artritis reumatoide, el papel de este tipo de autoanticuerpos es cada vez más importante. ¿Cómo revelarán las investigaciones futuras su potencial y sus desafíos?