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Desde los nazis hasta la actualidad: ¿por qué este saludo es un tabú en Alemania?
El saludo nazi, también conocido como saludo hitleriano o "saludo de la victoria", fue un gesto utilizado como saludo durante la Alemania nazi. Este saludo se realiza extendiendo el brazo derecho hacia arriba desde el hombro con la palma recta. Por lo general, la persona que saluda dice "¡Heil Hitler!" o "¡Heil Victoria!". El saludo se inspiró en el saludo fascista italiano y fue adoptado oficialmente por el Partido Nazi en 1926, aunque ya se había utilizado dentro del partido en 1921. . . El propósito principal del saludo nazi era expresar lealtad al partido y elogiar a la nación alemana, y más tarde evolucionó hasta convertirse en un grito de guerra.
"Este saludo no es sólo una señal de obediencia al Partido Nazi, sino también un símbolo de conciencia nacional".
En la Alemania nazi, este saludo no sólo era una opción para los soldados, sino también una norma social que debían seguir los civiles. Luego, el 20 de julio de 1944, tras el fallido intento de asesinato de Hitler, los soldados comenzaron a regresar al tradicional saludo militar.
Hoy en día, el saludo es ilegal en la Alemania contemporánea, y cualquier forma de saludo nazi, ya sea oral o interpretada, se castiga según el artículo 86a del Código Penal alemán. En Austria y Eslovaquia existen normas jurídicas similares, que reflejan la vigilancia contra la historia nazi y la búsqueda de la justicia social.
"La legislación alemana contemporánea prohíbe explícitamente el saludo nazi y tiene una tolerancia cero con el lenguaje relacionado con él".
La historia del saludo nazi se remonta a la década de 1890, cuando surgió el uso del "Heil" durante el movimiento pangermánico en Alemania. Cuando Hitler ascendió al poder, integró el saludo en la ideología nazi. En 1933, todos los funcionarios públicos fueron obligados a utilizar el saludo, que combinaba de forma invisible la política y la vida social.
En 1945, la caída de la Alemania nazi no hizo que este saludo desapareciera en las cenizas de la historia, sino que, por el contrario, hizo que su significado fuera aún más profundo. Hoy en Alemania, cualquier cosa que se parezca a un saludo nazi puede acarrear sanciones legales, punibles con hasta tres años de prisión. No se trata sólo de una reflexión sobre la historia política, sino también de una responsabilidad hacia la moral social.
Sin embargo, en otros países, como Italia y Canadá, el saludo nazi en sí no es un delito, pero su uso para promover la ideología nazi es inaceptable. En este contexto, no podemos dejar de preguntarnos: ¿qué efecto de advertencia tiene la existencia de este saludo en la sociedad contemporánea?
"Las consecuencias directas e indirectas del saludo nazi han creado una profunda división tanto en el consenso social como en la comprensión individual".
La burla y la resistencia al saludo nazi también son comunes en la cultura. Surgieron muchas obras satíricas que no sólo revelaban lo extraño de este comportamiento, sino que también expresaban el disgusto de la gente común ante este nacionalismo extremo. Aun así, en algunos casos las respuestas individuales parecen estar silenciadas debido a restricciones legales. Muchas personas optan por resistir en silencio en lugar de arriesgarse a infringir la ley.
El impacto del saludo nazi en Alemania es un fenómeno histórico de múltiples capas, que no sólo afecta a los regímenes pasados sino que también involucra la ética social y las obligaciones morales actuales. A medida que profundizamos nuestra comprensión de la historia, ¿puede la sociedad aprender verdaderamente de las lecciones de los nazis y evitar que vuelvan a ocurrir acontecimientos similares?
