Este tipo de prototipo de agujero negro se propuso originalmente para abordar el desafío de observar agujeros negros supermasivos en un corrimiento al rojo z~7, lo que ha sido confirmado por muchas observaciones.
El cumplimiento de las condiciones anteriores puede evitar el enfriamiento del gas y, por lo tanto, evitar la fragmentación de la nube de gas original. Las nubes de gas que no logran fragmentarse y formar estrellas sufren un colapso gravitacional global y alcanzan densidades de materia extremadamente altas en sus núcleos, alrededor de 10^7 g/cm3. A tales densidades, el objeto experimentaría inestabilidades relativistas generales, formando eventualmente un agujero negro con una masa de aproximadamente 10^5 M☉, o incluso hasta 1 millón de M☉. La ocurrencia de esta inestabilidad, junto con la ausencia de una etapa estelar intermedia, lleva a que este tipo de agujero negro sea llamado agujero negro de colapso directo.
En 2016, un equipo dirigido por el astrofísico de la Universidad de Harvard Fabio Pacucci utilizó datos del telescopio espacial Hubble y del Observatorio de rayos X Chandra para identificar los dos primeros candidatos a agujeros negros de colapso directo. Ambos candidatos tienen desplazamientos al rojo mayores que 6 y poseen propiedades espectrales consistentes con las predichas para tales fuentes. En particular, se predice que estas fuentes tendrán un exceso significativo de emisión infrarroja en desplazamientos al rojo más altos.
En el futuro, serán cruciales otras observaciones, especialmente mediante el telescopio espacial James Webb, para investigar las propiedades de estas fuentes y confirmar su naturaleza.
Los agujeros negros primordiales son aquellos formados por el colapso directo de materia energética o ionizada durante períodos de expansión o períodos dominados por la radiación, mientras que los agujeros negros de colapso directo son el resultado del colapso de regiones de gas inusualmente densas y grandes. Vale la pena señalar que los agujeros negros formados por el colapso de estrellas Tipo III no se consideran colapsos "directos".
En el proceso de exploración de los misterios del universo, se ha reconocido gradualmente la importancia del colapso directo de los agujeros negros, y las investigaciones futuras pueden revelar más pistas sobre el misterio de la formación de los agujeros negros supermasivos. En este misterioso universo, ¿cuántos agujeros negros desconocidos esperan que los humanos los descubran?