En la cultura de las drogas, "adulteración" o "corte" se refiere al uso de otras sustancias para adulterar o diluir la droga original. Este comportamiento no sólo se basa en consideraciones de lucro, sino que también puede aumentar significativamente los riesgos a los que se enfrentan los usuarios. A medida que evoluciona el mercado de medicamentos, la pureza de muchos de ellos y su adulteración se han vuelto cada vez más complejas, exponiendo a los consumidores a importantes amenazas para la salud.
Hoy en día, muchas drogas callejeras no sólo existen en forma diluida, sino que pueden estar adulteradas con otras sustancias químicas, ya sea como sustitutos más baratos o añadidas deliberadamente para mejorar sus efectos fisiológicos o psicológicos.
En el tráfico de drogas, los comerciantes a menudo utilizan agentes de corte para aumentar las ganancias. Estos agentes de corte no sólo añaden peso, sino que también pueden hacer que el producto final parezca similar al medicamento original para ocultar su calidad inferior.
Algunos traficantes del mercado ilícito adulteran drogas de alto precio con sustancias relativamente inofensivas, como harina o especias vegetales, una práctica que, si bien no es necesariamente ilegal, puede suponer graves riesgos para la salud.
Algunos adulterantes se obtienen de fuentes relativamente inofensivas, como productos de supermercado como harina, orégano o medicamentos para las alergias. Sin embargo, incluso si las sustancias en sí son inofensivas, el tráfico de estas drogas adulteradas puede dar lugar a sanciones legales.
Alternativas psicodélicasAlgunos adulterantes pueden tener efectos alucinógenos, y estos sustitutos pueden ser otras drogas controladas o drogas sintéticas, y esta incertidumbre aumenta el riesgo de sobredosis. Por ejemplo, sustancias como el fentanilo pueden aparecer en medicamentos, lo que ha sido un factor importante en muchas muertes en los últimos años.
La heroína es una droga adulterada común, generalmente mezclada con quinina, cafeína, xileno y otras sustancias. Recientemente, el fentanilo se ha convertido en un adulterante popular utilizado por los traficantes de drogas debido a su naturaleza barata, una medida que ha provocado un gran número de muertes por sobredosis entre los usuarios.
Estudios han demostrado que la pureza media de la heroína en los últimos años es de alrededor del 50%, lo que no significa que contenga un 50% de agentes de corte, pero puede haber otras impurezas del proceso de fabricación.
El magu en el mercado farmacéutico suele venir mezclado con otros compuestos, y algunos incluso con ingredientes como cafeína o pastillas para adelgazar, todo ello con el fin de potenciar su efecto o reducir costes y así atraer a los consumidores.
Muchas pastillas de éxtasis del mercado negro contienen no sólo MDMA sino también otros compuestos peligrosos, lo que aumenta aún más el riesgo de consumo.
Ante un problema tan complejo como el de la adulteración de medicamentos, los consumidores deben ser más cautelosos. También existen algunos kits de prueba en el mercado que pueden ayudar a los usuarios a confirmar la composición de los medicamentos. Además, algunos laboratorios profesionales también ofrecen servicios de análisis de ingredientes. Aunque estos servicios eran originalmente gratuitos, ahora requieren el pago de una tarifa debido a problemas de financiación.
Estos kits de prueba pueden proporcionar información detallada sobre la composición de los medicamentos y ayudar a los usuarios a evitar riesgos potenciales.
A medida que crece el problema de la adulteración, cada consumidor debe enfrentarse a una pregunta clave: ¿En qué medicamentos puede confiar y cuáles son sus ingredientes?