En el ambiente húmedo del este de Asia, vive un ciempiés llamado ciempiés de cabeza roja chino (Scolopendra mutilans). La característica de este ciempiés no radica sólo en su longitud media de unos 20 centímetros, sino también en el valor terapéutico que se le da en la medicina tradicional china. Los textos chinos antiguos indican que colocar ciempiés sobre la piel para tratar erupciones u otras afecciones de la piel puede ayudar a acelerar el proceso de curación.
Los ciempiés juegan un papel importante en la medicina tradicional china y muchos estudios modernos han comenzado a verificar sus efectos terapéuticos.
Además de su eficacia en el tratamiento de enfermedades de la piel, la medicina tradicional coreana también utiliza polvo de ciempiés tostado y seco para tratar el dolor de espalda, los abscesos y otras afecciones. Estos efectos terapéuticos han atraído la atención de la comunidad científica, impulsando la investigación sobre la bioquímica de los ciempiés y sus potenciales aplicaciones médicas.
El veneno del ciempiés sigue siendo un área relativamente poco investigada. El veneno del ciempiés de cabeza roja chino contiene una pequeña toxina peptídica llamada RhTx, que puede aumentar la actividad de los canales iónicos TRPV1, provocando una sensación de ardor local. Además, se han descubierto diversas neurotoxinas, y su presencia ha convertido a los ciempiés en foco de atención en la investigación biomédica.
Según una nueva investigación, las toxinas del veneno del ciempiés tienen el potencial de interactuar con una variedad de medicamentos, particularmente en el tratamiento del dolor.
El ciempiés chino de cabeza roja es un depredador típico que captura a sus presas inyectándoles veneno. Su comportamiento de caza demuestra que los ciempiés exigen una gran eficacia en la caza. Los ciempiés suelen atacar la cabeza o el pecho de sus presas para que la toxina pueda hacer efecto rápidamente.
En la Corea moderna, los ciempiés se utilizan para una amplia gama de fines médicos, incluso para afecciones que van desde el dolor en las articulaciones hasta los trastornos convulsivos. Según las investigaciones, el extracto de ciempiés tiene un efecto inhibidor sobre la proliferación de células de cáncer de hígado, lo que demuestra su potencial en el tratamiento del cáncer. Se ha informado que los extractos acuosos mejoran las respuestas inmunes, lo que respalda aún más el lugar del ciempiés en la medicina tradicional.
Es posible que futuras investigaciones sobre los ciempiés revelen su potencial antimicrobiano y antitumoral. En particular, las diferencias entre las toxinas de las arañas y las toxinas de los ciempiés podrían conducir al desarrollo de una nueva generación de medicamentos.
La comunidad científica ha propuesto una nueva definición de la diversidad de ciempiés y sus aplicaciones médicas, y espera más descubrimientos en el futuro.
Como tesoro escondido en la cultura china, los ciempiés merecen una mayor exploración por su utilidad práctica y sus potenciales efectos terapéuticos. ¿Podrían estas diminutas criaturas proporcionarnos en futuras investigaciones avances médicos inesperados?