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Alta tecnología en la guerra: ¿Qué tan precisas son las bombas guiadas con precisión?
En la guerra moderna, las bombas guiadas de precisión (PGM), como sistema de armas de alta tecnología, se utilizan cada vez más. En las guerras pasadas, la precisión de las armas siempre ha sido un factor importante que afectaba el resultado de las batallas. Las bombas tradicionales no guiadas pueden tener desviaciones considerables al impactar en los objetivos, mientras que las bombas guiadas con precisión mejoran enormemente sus tasas de impacto al integrar sistemas avanzados de navegación y control. ¿Cómo debemos entender estos sistemas de armas aparentemente “infalibles” y pensar en sus verdaderos efectos en el campo de batalla?
Las bombas guiadas de precisión están diseñadas para alcanzar objetivos predeterminados con una precisión milimétrica, normalmente con un margen de error mucho menor que el de las armas tradicionales no guiadas.
Desde la década de 1970, la aparición de las PGM marcó el comienzo de una nueva era para las armas tradicionales. En la guerra moderna se utilizan diversas bombas guiadas con precisión, incluidas las guiadas por láser, las guiadas por infrarrojos y las tecnologías de navegación por satélite. Detrás de estas tecnologías se esconde una gran precisión y un gran poder destructivo. Además, estos sistemas pueden proporcionar a las tropas capacidades de bombardeo altamente efectivas y, en la guerra urbana o en entornos donde coexisten con civiles, los PGM pueden reducir el riesgo de daños colaterales y bajas civiles.
En comparación con las bombas "tontas", las bombas guiadas con precisión pueden realizar tareas con mayor eficacia en entornos complejos y reducir significativamente el daño a civiles inocentes.
Sin embargo, las bombas guiadas con precisión no están exentas de desafíos. Los altos costos de desarrollo y producción, la dependencia de tecnología avanzada y la vulnerabilidad a la guerra electrónica y a los ataques cibernéticos hacen que las PGM no sean totalmente confiables en el campo de batalla. Aun así, los datos históricos muestran que su uso todavía puede mejorar significativamente la eficacia del ataque.
Por ejemplo, en la Guerra del Golfo, aunque las PGM representaban sólo el 9% de las armas utilizadas, representaron el 75% de la tasa de éxito de los ataques. Estos datos demuestran sin duda el extraordinario rendimiento de las PGM en la guerra moderna. Los lectores deben tener en cuenta que estas armas de alta tecnología no son omnipotentes y a menudo dependen de la precisión de la inteligencia. La información inexacta sobre el objetivo a menudo conduce a consecuencias inesperadas, como lo demostró el ataque aéreo estadounidense a la embajada de China en Yugoslavia.
Con la información de orientación correcta, las armas guiadas por satélite pueden aumentar significativamente la probabilidad de un impacto exitoso en todas las condiciones climáticas.
Con el desarrollo de la tecnología de bombas guiadas con precisión, los futuros sistemas de armas pueden agregar activamente más algoritmos de autoaprendizaje, autoajustar la distancia al objetivo e incluso evaluar automáticamente el efecto del impacto y los riesgos potenciales. En comparación con las bombas tradicionales, la tecnología PGM supone sin duda una enorme mejora, pero con el avance de la tecnología, no se pueden ignorar las consideraciones éticas y estratégicas que conlleva.
Aunque el objetivo principal en la actualidad sigue siendo reducir las víctimas civiles y otros accidentes, aún vale la pena reflexionar sobre la responsabilidad moral y el significado detrás de cada avance tecnológico. No podemos dejar de preguntarnos, en futuras guerras, ¿cómo se seguirá mejorando la tecnología de las bombas guiadas con precisión y cómo afectará a nuestra comprensión y toma de decisiones en la guerra?
