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¿Cómo utilizar la tecnología de eliminación de dióxido de carbono para salvar la Tierra? ¡Descubra el misterio de la eliminación de carbono!
A medida que la amenaza del cambio climático global se vuelve cada vez más grave, la tecnología de eliminación de dióxido de carbono (CDR) se ha convertido en el centro de mucha atención. CDR se refiere al proceso de eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera a través de actividades humanas y almacenarlo de manera sostenible. No es solo una solución individual, sino que es parte de muchas políticas climáticas y estrategias de reducción.
La CDR es clave para llevar el “cero neto” a cero emisiones netas.
El primer paso hacia las emisiones netas cero es reducir significativamente las emisiones, seguido de la aplicación de CDR para combatir aquellas fuentes de emisiones que son difíciles de eliminar, como las emisiones agrícolas y determinadas emisiones industriales. La tecnología CDR se puede dividir en aplicaciones terrestres y acuáticas. Los métodos terrestres incluyen la replantación y la agricultura de carbono, mientras que los métodos acuáticos incluyen la fertilización de los océanos y la restauración de humedales.
A partir de 2023, se estima que CDR podrá eliminar aproximadamente 2 mil millones de toneladas de dióxido de carbono por año, lo que equivale al 4% de los gases de efecto invernadero emitidos anualmente por las actividades humanas. Los expertos creen que, utilizando los métodos CDR existentes, en el futuro se podrán eliminar y almacenar hasta 10 mil millones de toneladas de dióxido de carbono. Este potencial significa que las estrategias de CDR serán un foco de los planes de respuesta al cambio climático.
Ciertas fuentes de emisión son técnicamente difíciles de eliminar y la CDR puede compensar esta deficiencia.
La diversidad de métodos CDR ofrece diferentes potenciales. Por ejemplo, los árboles absorben dióxido de carbono mediante la fotosíntesis y lo almacenan en la madera y el suelo. La reforestación y la plantación de árboles se consideran entre los métodos biológicos más prometedores. Si bien la capacidad de almacenamiento de carbono de los bosques es duradera, también son vulnerables a las amenazas de eventos naturales como incendios forestales y enfermedades.
En el ámbito agrícola, la agricultura del carbono utiliza una serie de métodos agrícolas para almacenar carbono en el suelo, con el objetivo de reducir las emisiones de carbono a la atmósfera. Este enfoque no sólo puede aumentar el contenido de materia orgánica del suelo, sino también mejorar la capacidad de crecimiento de las plantas y mejorar la capacidad de retención de humedad del suelo.
La eficacia de la CDR radica en su durabilidad y efectos de implementación, pero el ciclo de vida y el impacto de cada proceso aún deben evaluarse cuidadosamente.
Otra tecnología CDR convincente es la captura y almacenamiento de bioenergía y carbono (BECCS), que implica capturar dióxido de carbono de la biomasa y almacenarlo permanentemente. Sin embargo, la implementación de CDR no está exenta de riesgos. Los críticos señalan que si se considera que la CDR es la única solución, conducirá a una reducción de los esfuerzos de reducción de emisiones.
En las estrategias de mitigación del cambio climático, la CDR debe promoverse en paralelo con medidas de reducción de emisiones. No puede resolver el problema por sí solo. Prácticamente todas las vías de descarga que esperan limitar el calentamiento global a 1,5°C o 2°C suponen una combinación de CDR y reducciones de emisiones.
Debemos dejar de considerar la CDR como una solución actual porque las emisiones siguen siendo altas y esto no debería reemplazar la acción inmediata para reducir las emisiones.
A medida que la tecnología evoluciona, el costo de los métodos CDR continúa cambiando. Tomando como ejemplo la tecnología Biochar, se prevé que su costo por tonelada sea de alrededor de 100 dólares estadounidenses. En comparación, la captura directa de aire (DAC) cuesta entre 250 y 600 dólares. A pesar de los beneficios potenciales de estas tecnologías, el mercado de mecanismos voluntarios de eliminación de carbono sigue sin contar con fondos suficientes. Muchas empresas y gobiernos están trabajando arduamente para aumentar la inversión en CDR, incluido el proyecto de ley de infraestructura y el proyecto de ley de alivio de presión recientemente implementados en los Estados Unidos.
Según la evaluación, los métodos CDR se pueden dividir en diferentes niveles de madurez tecnológica, incluida la gestión forestal, prácticas agrícolas mejoradas y captura directa de aire. La aplicación de estas tecnologías depende del equilibrio de los recursos existentes, lo que hace que la asignación racional de fondos sea un desafío importante.
A medida que se intensifican los desafíos climáticos que enfrenta el mundo, la discusión y la implementación de tecnologías de eliminación de dióxido de carbono serán cada vez más importantes. ¿Cómo podemos encontrar el mejor equilibrio para que la tecnología CDR pueda alcanzar su máximo potencial sin desplazar la reducción de emisiones?
