Entre las infecciones microbianas en todo el mundo, la infección no tuberculosa de Mycobacterium (MAI) revela gradualmente su amenaza potencial para la salud humana.Esta enfermedad causada por patógenos pulmonares, especialmente en pacientes cuyo sistema inmunitario está suprimido, puede ser bastante grave.Entre ellos, la tos persistente se considera una de las primeras señales de advertencia de Mai, pero muchas personas no han prestado suficiente atención a esta señal.
Las infeccionesMAI generalmente se manifiestan inicialmente como tos persistente, y si no busca tratamiento médico a tiempo, puede conducir a problemas de salud más graves.
El nombre completo de Mai es "complejo de ayudas de micobacterias", y consta de dos no tuberculosos M. avium y M. Intracellulare.Estos microorganismos son comunes en el medio ambiente, incluidas las fuentes de agua y el suelo, pero en las personas con baja inmunidad, pueden causar enfermedades graves e incluso provocar síntomas como neumonía, fiebre y pérdida de peso.
Los síntomas de MAI suelen ser similares a la tuberculosis (TB), incluida la tos persistente, la fiebre, la fatiga y el sangrado de la tos.En el caso de la función inmune deteriorada, como en pacientes con VIH/SIDA, el impacto de MAI es particularmente significativo.
Alrededor del 40% de las personas infectadas por el VIH en los Estados Unidos terminan con una amplia gama de MAI manifestadas como fiebre, sudoración y pérdida de peso.
Vale la pena señalar que la salud del sistema inmune afecta directamente el riesgo de MAI.Cuando el número de células CD4 disminuye por debajo de 50, el riesgo de infección aumenta significativamente.Este fenómeno nos recuerda que prestar atención a nuestro propio estado inmune y pruebas y tratamiento oportunos son cruciales para prevenir el MAI.
El diagnóstico de MAI generalmente requiere hemocultivo u otras pruebas de líquido corporal para garantizar que la presencia de microorganismos patógenos pueda confirmarse completamente.Para los pacientes que han sido diagnosticados, deberán recibir al menos seis meses de tratamiento con antibióticos, incluida la combinación de tres medicamentos.
Aunque el MAI suele ser resistente a los fármacos antituberculosis estándar, todavía se pueden obtener ciertos efectos terapéuticos a través del tratamiento combinado de tres fármacos dirigidos.
Para los pacientes con riesgo de MAI, como los ancianos y aquellos con baja inmunidad, el riesgo de infección debe reducirse mediante el uso preventivo de antibióticos macrólidos, como el SIDA.Dichas medidas preventivas pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes y prolongar su supervivencia.
Ante el riesgo de MAI, ¿cómo debemos estar más alerta a esta condición para que podamos tomar medidas temprano cuando aparecen síntomas similares en las primeras etapas?