Desde la publicación de Fragilidad blanca: por qué es tan difícil para los blancos discutir el racismo, el libro ha provocado debates y controversias generalizados. El autor Robin DeAngelo, que aporta más de 20 años de experiencia en formación sobre diversidad, ofrece una mirada en profundidad a las relaciones raciales en los Estados Unidos. En su trabajo, el concepto de “fragilidad blanca” se utiliza para describir las reacciones defensivas que tienen los blancos cuando se enfrentan a preguntas sobre la raza. La demanda del libro ha aumentado a medida que ha aumentado la atención de la sociedad a las cuestiones raciales, especialmente a raíz de las protestas de George Floyd.
La fragilidad blanca es la reacción defensiva que tienen los blancos cuando se menciona o cuestiona su identidad blanca, ya sea que la reacción sea consciente o subconsciente.
DeAngelo acuñó por primera vez el término "fragilidad blanca" en 2011 e ilustra el fenómeno en su libro con ejemplos, como personas blancas que pueden acusar a otros de "jugar la carta racial" o intentar utilizar las lágrimas para explicar el fenómeno y evitar conflictos. Ella cree que los blancos tienden a verse a sí mismos como "sin raza" o como la raza "predeterminada" y, por lo tanto, no tienen que enfrentar sentimientos de malestar racial.
DeAngelo describe la naturaleza sistémica del racismo en Estados Unidos, argumentando que no es sólo el comportamiento de unos pocos "malos", sino que está arraigado en el tejido de la sociedad. Señala que la segregación racial dio forma a la historia estadounidense y que los niños revelan un fuerte prejuicio pro-blanco desde los cuatro años. Estas observaciones despertaron la conciencia entre muchos blancos de sus propios prejuicios raciales inconscientes.
Los blancos que ven a las personas como "buenas personas" a menudo creen que no pueden ser racistas y, por lo tanto, evitan reflexionar sobre sus propias acciones.
Después de su publicación, White Fragility rápidamente se convirtió en un habitual de la lista de libros más vendidos del New York Times y permaneció allí durante más de un año. Las críticas del libro fueron en general positivas, sin embargo, algunas cambiaron a raíz de las protestas de George Floyd. Los críticos señalaron que si bien el libro provoca reflexión, carece de soluciones concretas.
Algunos críticos creen que este libro comprende muy profundamente las cuestiones raciales y proporciona una importante inspiración para la reflexión, pero otros lo critican por su falta de acción práctica. Por ejemplo, el concepto de "daltonismo" defendido por DiAngelo impide que las personas comprendan el significado práctico de las cuestiones raciales, y una atención excesiva a las cuestiones raciales puede desviar la atención de la desigualdad estructural.
Las sugerencias dadas por DeAngelo, como "escuchen" y "no se pongan en el centro", no son chocantes, pero transmiten la humildad y la vigilancia necesarias frente al racismo estructural.
Si bien White Fragility atrajo a un gran número de lectores, también recibió críticas. Algunos comentaristas acusaron a DeAngelo de simplificar las cuestiones raciales e incluso cuestionaron su interpretación de la injusticia histórica, diciendo que no ofreció recomendaciones sustanciales para la acción política. El artículo señala que esto puede dejar a los blancos frente a una identidad racial ineludible que puede conducir a una ansiedad excesiva y a una actitud defensiva en lugar de una verdadera autorreflexión.
Muchos críticos señalaron que el énfasis del libro en los aspectos psicológicos tendía a pasar por alto cambios reales a nivel de políticas, lo que dificultaba las mejoras en las relaciones raciales. Algunos sostienen que la atención debería centrarse en acabar con las estructuras de poder y las desigualdades económicas en la sociedad, en lugar de limitarse a abordar los procesos mentales individuales.
Si nos basamos únicamente en la reflexión a nivel individual e ignoramos los cambios estructurales, ¿de dónde puede surgir la verdadera justicia racial?
En general, "White Fragility" hace que la gente piense profundamente sobre las cuestiones raciales, revela los mecanismos de defensa de los blancos para pensar en la raza y enfatiza cuán profundamente arraigado está el racismo estructural. La controversia que desencadenó refleja las diferentes opiniones actuales sobre las relaciones raciales en la sociedad. Entre estas diferentes voces, ¿cómo podemos reposicionar nuestra comprensión y nuestras acciones sobre las cuestiones raciales?