La conservación de aves es la ciencia de la biología de la conservación de especies de aves amenazadas y tiene profundas implicaciones para el comportamiento humano. Más de 100 especies de aves se han extinguido debido a la actividad humana. Las extinciones más dramáticas ocurrieron en el Pacífico, en particular durante el período de colonización humana de Melanesia, Polinesia y Micronesia. Entre 750 y 1.800 especies de aves se extinguieron. Según un informe del Worldwatch Institute, 1.200 especies de aves están actualmente amenazadas de extinción en todo el mundo, y una de las principales razones es la pérdida de hábitat.
Pérdida de hábitatAdemás de la pérdida de hábitat, otras amenazas incluyen la caza excesiva, la mortalidad accidental por colisiones estructurales, la captura incidental en la pesca con palangre, la contaminación, la competencia y la depredación de los gatos domésticos, los derrames de petróleo y el uso de pesticidas.
La amenaza más grave que enfrentan las especies de aves amenazadas es la destrucción y fragmentación del hábitat. El hábitat potencial de muchas especies ha sido destruido por la agricultura, la minería y el desarrollo urbano, mientras que el drenaje de humedales y las actividades madereras también están reduciendo el hábitat disponible. Los fragmentos de hábitat que aún existen son a menudo demasiado pequeños o han quedado aislados debido a la construcción de obstáculos como carreteras, lo que hace que las aves en estos fragmentos sean más vulnerables a la extinción local. La pérdida de las selvas tropicales en particular es un problema acuciante porque estas selvas son el hogar de la mayor cantidad de especies y sin embargo están siendo destruidas al ritmo más rápido.
Amenazas de especies introducidasSe ha atribuido a la pérdida de hábitat la extinción de varias especies de aves, entre ellas el pájaro carpintero de madera de marfil y el gorrión cantor de Bachmann.
Históricamente, la amenaza que suponen las especies introducidas para las aves ha sido probablemente el factor causante de la mayoría de las extinciones, particularmente en las islas. Muchas especies insulares evolucionan en ausencia de depredadores y, por lo tanto, pierden muchos de sus comportamientos antidepredadores. A medida que los humanos viajaban alrededor del mundo, trajeron consigo muchos animales exóticos, causando trastornos para estas especies isleñas. Estos depredadores introducidos, como ratas, gatos callejeros y cerdos, o competidores como otras aves, representan una amenaza para las aves nativas.
Por ejemplo, se cree que la malaria aviar introducida en Hawái es la causa principal de muchas extinciones, siendo el ejemplo más famoso el del tordo, una especie que casi fue exterminada por una especie introducida.
Entre 1986 y 1988, 2 millones de loros fueron importados legalmente a los Estados Unidos, y muchas de estas especies de aves están ahora al borde de la extinción debido al contrabando ilegal.
Las aves también enfrentan amenazas por la contaminación. A medida que los desechos plásticos se transportan en grandes cantidades alrededor del mundo, muchas especies mueren por ingerirlos accidentalmente. Las aves marinas son particularmente vulnerables a los derrames de petróleo, que pueden destruir las propiedades impermeables de sus plumas y provocar que se ahoguen o mueran de hipotermia. Los edificios, las torres de comunicación y otras estructuras relacionadas con los humanos también representan una amenaza para las aves: se estima que entre 350 y 975 millones de aves mueren cada año solo en América del Norte.
La principal causa de mortalidad de aves de origen humano son los cristales de las ventanas, que son responsables de entre 100 y 900 millones de muertes de aves cada año.
Para proteger a las aves, los científicos y los profesionales de la conservación han desarrollado una variedad de técnicas, como la cría en cautiverio y la protección del hábitat. La cría en cautiverio, también conocida como conservación fuera de la extinción, tiene como objetivo crear una población saludable de una especie para su futura reintroducción en la naturaleza. Esta estrategia ha tenido éxito al salvar muchas especies, incluido el cóndor de California.
A través de la reintroducción, las jacanas salvajes en Hawaii se han recuperado de 30 individuos a 500, lo que demuestra el éxito de la conservación científica.
A medida que se intensifique la crisis de la biodiversidad, las estrategias de conservación eficaces cobrarán cada vez más importancia. Sin embargo, por mucho que hagamos, seguiremos enfrentándonos a los desafíos que las especies introducidas plantean a las aves nativas. ¿Podemos encontrar el equilibrio adecuado para que las especies introducidas ya no se conviertan en una amenaza mortal para estas preciosas criaturas?