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Cómo los humanos están transformando la Tierra: ¡Explorando los asombrosos ecosistemas de la nueva era!
A medida que crece el impacto de las actividades humanas, los ecosistemas de la Tierra están experimentando cambios sin precedentes. Todo esto se hace cada vez más evidente en lo que llamamos el Antropoceno. Los ecosistemas emergentes no son simplemente continuaciones de la naturaleza, sino hábitats construidos, modificados o diseñados por los seres humanos que carecen de contrapartes naturales y ya han transformado dos tercios de la tierra original del mundo.
Los nuevos ecosistemas se caracterizan por tener una composición y funcionamiento diferentes a los de los sistemas pasados, marcando la llegada de una nueva era ecológica.
Cuando consideramos los problemas ambientales actuales, no podemos ignorar los desafíos y oportunidades que presentan estos nuevos ecosistemas. Estos ecosistemas, como los Tecnosoles, la Tecnodiversidad, las Antromas y la Tecnosfera, demuestran el profundo impacto de los humanos en la evolución ecológica.
Establecimiento de un nuevo ecosistema
El llamado "nuevo ecosistema" se refiere a una combinación completamente nueva de ecosistemas actuales y pasados que ha surgido gracias a la intervención humana. De hecho, estos cambios son un reflejo directo de los cambios en el sistema climático global, las especies invasoras, las extinciones masivas y las perturbaciones en el ciclo del nitrógeno, todos ellos consecuencias directas de la actividad humana.
Por ejemplo, las ciudades densamente pobladas, las tierras agrícolas o las tierras abandonadas son lugares donde surgen nuevos ecosistemas, y la historia ecológica y la dinámica de estos sitios están atrayendo cada vez más la atención de los ecologistas.
Se trata de un cambio cultural sin precedentes que ha llevado la relación entre los seres humanos y la naturaleza a un nuevo nivel.
La diversidad de los ecosistemas humanos
Con base en la investigación, los investigadores han dividido los ecosistemas humanos en 21 tipos diferentes, que incluyen áreas densamente pobladas, pueblos, tierras de cultivo, pastizales, bosques y áreas silvestres. Además, los humanos también ocupan una proporción asombrosa de los recursos de estos ecosistemas y representan el 23,8% de la producción primaria neta mundial.
Estos datos son impactantes porque ponen de relieve la amplitud y profundidad del impacto que una sola especie, los seres humanos, tiene sobre toda la biosfera.
Categorías de pensamiento: La relación entre el Antropoceno y los ecosistemas
La noosfera se refiere a la "esfera del pensamiento humano", y la derivación de esta palabra está estrechamente relacionada con su significado original, reflejando el papel de la inteligencia humana en el medio ambiente. El concepto fue propuesto por primera vez por Pierre Teilhard de Chardin, cuyas ideas expresaron cómo el pensamiento humano contribuye al cambio y desarrollo de los ecosistemas.
La tecnosfera no es sólo una continuación del suministro del ecosistema, sino también un reflejo de la interferencia y la competencia de la diversidad tecnológica sobre la vida natural.
Desafíos del ecosistema tecnológico
Los llamados ecosistemas tecnológicos se refieren a aquellos sistemas basados en tecnología que forman relaciones ecológicas complejas en el proceso de interacción con los sistemas naturales. Los ecosistemas tecnológicos suelen requerir un alto consumo de energía y van acompañados de un consumo excesivo de agua y de la emisión de sustancias químicas tóxicas, lo que ejerce una enorme presión sobre los ecosistemas naturales.
A medida que la globalización se acelera, estos ecosistemas tecnológicos se expanden a un ritmo vertiginoso. Por ejemplo, los sistemas de carreteras que están en todas partes son vistos como un ecosistema tecnológico que no sólo cambia la forma en que los humanos viajan, sino que también cambia los límites operativos de la ecología.
Las futuras estrategias de restauración ecológica deben distinguir claramente la funcionalidad de los sistemas naturales y culturales, ya que difieren fundamentalmente en sus entradas y salidas de energía y materiales.
A medida que la frontera entre los ecosistemas tecnológicos y los ecosistemas naturales se vuelve cada vez más difusa, no podemos evitar preguntarnos: en una era ecológica dominada por los humanos, ¿hay alguna manera de lograr un equilibrio ecológico que pueda lograr un desarrollo sostenible?
